Kenia exige a la ONU que quite un campo masivo de refugiados somalís de su territorio

Kenia le ha dado a la ONU tres meses para desmantelar el campo de refugiados somalís de Dadaab, donde viven actualmente unas 600.000 personas. El Gobierno lo ha anunciado este sábado, que se enmarca en un plan de acciones para responder a los atentados en la Universidad de Garissa, en la que murieron 148 estudiantes a manos de las milicias yihadistas somalís Al Shabab.

Nairobi ha denunciado en distintas ocasiones que terroristas de esta facción se esconden en este campo, por lo que piden a las Naciones Unidas que muevan los refugiados a Somalia, según ha explicado el vicepresidente de Kenia, William Ruto, en un comunicado. "Les hemos pedido que recoloquen a toda la gente en tres meses, si no lo hacen, acuaremos nosotros mismos", certifica el documento.

MURO DE CONTENCIÓN

Ruto también ha dicho que Kenia ha empezado la construcción de un muro de 700 kilómetros de largo en la frontera con Somalia para contener a los yihadistas. "Hemos de mantener la seguridad de este país sea como sea. Haremos el mismo proceso que empezó Estados Unidos después del 11-S", ha espetado.

Al Shabab ha matado unas 400 personas en Kenia en los dos últimos años, uncluyendo --además de el atentado de Garissa-- los 67 asesinados en el asedio en el centro comercial Westgate de Nairobi en 2013.