POLÉMICA POR LOS 'FONDOS BUITRE'

La justicia de Nueva York declara a Argentina en desacato

Cristina Kirchner responsabiliza a la Administración de Barack Obama de las consecuencias de la disputa con los fondos especulativos

La presidenta argentina, Cristina Fernández de Kirchner, en la Asamblea General de la ONU, el pasado 24 de septiembre.

La presidenta argentina, Cristina Fernández de Kirchner, en la Asamblea General de la ONU, el pasado 24 de septiembre. / MS/TSS

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La decisión del juez de Nueva York Thomas Griesa de declarar a Argentina en "desacato civil" por no cumplir el fallo que ordena al país pagar la deuda a los fondos especulativos antes que a otros acreedores ha tensado aún más las relaciones entre el Gobierno de Cristina Fernández de Kirchner Estados Unidos.

La presidenta argentina ha criticado con dureza la medida, que ha calificado de "violación del derecho internacional, de la Carta de la ONU y de la Carta de la Organización de Estados Americanos". Kirchner ha hecho responsable al Gobierno de EEUU "por las acciones de cualquiera de sus órganos, como la reciente decisión de su Poder Judicial".

A juicio de  Kirchner, la resolución del "juez municipal" Griesa "no tiene ningún efecto práctico salvo proveer de nuevos elementos que sirvan a la difamante campaña política y mediática llevada adelante por los fondos buitre contra Argentina". La dirigente ha pedido a la Administración de Barack Obama "que acepte la jurisdicción del Tribunal Internacional de Justicia para dirimir esta controversia entre ambos países".

SIN SORPRESAS

Nadie se ha sorprendido con la maniobra de Griesa. El juez considera que el Estado argentino ha hecho caso omiso de la sentencia que le conmina a abonar 1.300 millones de dólares a los fondos especulativos. A pesar del impacto que ha provocado la noticia, el juez se abstuvo de aplicar eventuales sanciones contra el país.

La semana pasada, el apoderado de NML, uno de los grupos financieros litigantes, había pedido que se aplicara a Argentina una multa de 50.000 dólares por su reticencia a cumplir el dictamen. El Gobierno argentino envió a su vez una carta al secretario de Estado estadounidense, John Kerry, para advertirle de que una medida de ese tipo sería una violación de la soberanía nacional. Argentina, dijo el ministro Héctor Timerman, es blanco de "un acoso judicial" por parte de los fondos especulativos que reclaman el pago total de la deuda en 'default', tras haberse negado a aceptar una reestructuración de la deuda, como lo hicieron el 93% de los acreedores. 

"PERIODO DURO"

Las relaciones bilaterales se han deteriorado desde que el Tribunal Supremo de EEUU ratificó el fallo de Griesa. "Estamos en un periodo duro", ha reconocido Roberta Jacobson, secretaria de Estado norteamericana para la región.

La diplomacia argentina ha venido jugando sus cartas en los organismos internacionales. La semana pasada, y por 33 votos a favor, cinco en contra y nueve abstenciones, el Consejo de Derechos Humanos de Naciones Unidas aprobó una resolución que condena la actitud de los fondos especulativos y "ordena una investigación sobre sus actividades y las consecuencias de sus acciones en todo el mundo". Previamente, la Asamblea General de la ONU aprobó una iniciativa promovida por Argentina y por el G-7 más China que busca establecer un marco jurídico legal a nivel global para los procesos de reestructuración de deuda soberana.

En el marco del litigio en el tribunal de Nueva York, Argentina pagó a los bonistas que han reestructurado sus deudas entre el 2005 y el 2010 la suma de 539 millones de dólares. El dinero está depositado en el Bank of New York (BoNY) desde fines de junio, pero Griesa ha frenado la cancelación en tiempo y forma. En virtud de este impedimento, algunas calificadoras consideraron que el país entró en suspensión de pagos, lo que es negado por el Gobierno de la presidenta Cristina Fernández de Kirchner. Como parte de esta disputa, el Congreso argentino aprobó una ley de cambio de jurisdicción de pago de la deuda.