COMPARECENCIA EN LA EUROCÁMARA

Juncker se hace responsable político del 'caso Luxleaks'

El jefe del Ejecutivo comunitario niega ser «el mejor amigo del gran capital»

El presidente de la Comisión Europea, Jean-Claude Juncker, en una rueda de prensa, ayer.

El presidente de la Comisión Europea, Jean-Claude Juncker, en una rueda de prensa, ayer.

AGENCIAS / BRUSELAS

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El presidente de la Comisión Europea, Jean-Claude Juncker, ha decidido este miércoles finalmente dar la cara tras el escándalo suscitado por el 'caso LuxLeaks' y ha aparecido por sorpresa, primero ante la prensa en Bruselas, y después ante el pleno del Parlamento Europeo, que iba a celebrar un debate sobre esta cuestión sin su comparecencia.

Juncker ha asumido la responsabilidad política sobre el escándalo fiscal pero, al mismo tiempo, ha asegurado que nunca tuvo una implicación directa en el asunto. «Nunca di instrucciones de ninguna práctica fiscal específica. No lo digo para escurrir el bulto. Claro que políticamente soy el responsable de lo que se hizo en mi Administración», ha afirmado ante el pleno de la Eurocámara en Bruselas.

El recién estrenado presidente de la Comisión Europea era el primer ministro luxemburgués (1995-2013) cuando se produjeron los acuerdos secretos de empresas multinacionales con Luxemburgo por los que dichas compañías obtuvieron pingües beneficios fiscales, según reveló hace unos días un consorcio de periodistas de investigación.

Luchar contra la evasión

«No me describan como el mejor amigo del gran capital; el gran capital tiene mejores amigos que yo en esta casa», espetó Juncker a los eurodiputados. El jefe del Ejecutivo comunitario subrayó que las prácticas de acuerdos fiscales no se limitan a Luxemburgo y apostó por promover respuestas europeas con el objetivo último de evitar la evasión fiscal.

Juncker señaló también que los acuerdos de Luxemburgo con multinacionales respetaban la legislación nacional e internacional, pero lamentó que el resultado final fuera que estas empresas pagaran muy pocos impuestos.

La mayoría de los grupos parlamentarios recibieron con escepticismo y frialdad las explicaciones de Juncker. El líder del segundo grupo de la Cámara, la Alianza de los Socialdemócratas europeos (S&D), el italiano Gianni Pittella, dijo sentir «gran indignación porque, mientras se hacen duros recortes sociales, las empresas evaden millones de euros», pero reconoció que los acuerdos ventajosos con multinacionales «son un fenómeno europeo y mundial». Guy Verhofstad, presidente de grupo liberal (ALDE), reclamó una comisión de investigación parlamentaria y advirtió a Juncker de que «una nube ensombrece la Comisión Europea» por su culpa. Solo el grupo de los euroescépticos pidió la dimisión de Juncker.