DECISIÓN JUDICIAL

La justicia española ordena la detención de 15 miembros de la mafia rusa

Gennadios Petrov, acompañado por dos policías, durante su detención en Palma.

Gennadios Petrov, acompañado por dos policías, durante su detención en Palma.

MARGARITA BATALLAS / MADRID

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El juez de la Audiencia Nacional José de la Mata ha emitido una orden internacional del búsqueda y captura del "jefe" de una "comunidad criminal" de la mafia rusa, Gennadios Petrov, que huyó de España en el 2012 junto a su mujer y su hijo, Anton, después de haber sido detenido en el 2008 en Palma de Mallorca por blanquear importantes cantidades de dinero en nuestro país.

La decisión del juez de la Audiencia Nacional afecta también al general jefe de la dirección del Ministerio del Interior ruso, Nikolay Aulov, al que fuera presidente de la comisión parlamentaria de Instituciones de Crédito y Mercados Financieros de la Duma, Vladislav Reznik, al fiscal Igor Sobolevsky y a otros ocho miembros de esta organización.

El magistrado relata, en un auto de 55 folios, las actividades de estas personas que están imputadas por los delitos de organización criminal y blanqueo de capitales. En la cúspide de esta organización piramidal se sitúa Petrov que "ha conseguido una evidente penetración en los estamentos del Estado de su país", a pesar de que se instaló en España en 1996 y se trasladó a vivir a Mallorca tras adquirir la nacionalidad griega.

DECENAS DE LLAMADAS

El magistrado sostiene que el jefe de esta red recurrió a Aulov para obtener beneficios "personales y profesionales". En la investigación que inició el entonces juez Baltasar Garzón constan 78 llamadas entre ellos, aunque Petrov le menciona en 172 conversaciones que mantiene con otras personas. Este general recibía dinero del capo y ordenó detener a instancias de su amigo a varios policías por "actuar contra los intereses de una persona del entorno de Petrov". 

A cambio, Aulov logró ascender en su carrera profesional gracias a los contactos de Petrov "en la esfera política en Rusia". Por ello, no dudó, por ejemplo, en "hacer desaparecer soportes informáticos" que perjudicaban a los intereses de la organización de su amigo y en facilitarle "informaciones secretas" como las declaraciones del antecesor de Petrov en esta organización Vladimir Kumarin que fue arrestado en Rusia en agosto del 2007.

Por su parte, el fiscal recibió "dádivas y regalos" por los avisos que hacía al capo sobre investigaciones abiertas contra él. Petrov se hizo cargo de algunos de sus gastos personales y usó sus influencias para mejorar la posición laboral de Sobolevsky. Reznik, que también era miembro del consejo nacional de bancos en Rusia, no dudó en realizar las gestiones "que fueran necesarias ante las más altas instancias en Rusia a favor de Petrov", según el juez. Y mantuvo una relación económica con Petrov al que compra "casas, vehículos, embarcaciones" pero para que las sigan utilizando "personas, asesores y oficinas" del jefe de esta organización.

EL PATRIMONIO

Además, en la red también figura el hombre de negocios y empresario ruso, Arkady Buravoy, y otras personas que pertenecen al entorno de la organización criminal que Petrov dirigía con mano de hierro desde España donde controlaba a grupos de delincuentes en Rusia que eran los encargados de ejecutar sus órdenes.

Además, desde su residencia en Palma de Mallorca canalizó "a través de aserores judiciales y financieros" sus ganancias. Su patrimonio inmobiliario alcanzó los 50 millones de euros y en sus cuentas su saldo era de 10,3 millones de euros. A pesar de la distancia, mantuvo "fuertes vínculos con el poder económico, político, judicial y policial en Rusia y con miembros del crimen organizado internacional".

Su mano derecha era Leoni Khiristoforov que llegó a pagar casi dos millones de euros por una casa en Palma de Mallorca " pese a la ausencia de ingresos suficientes". Y contó con la colaboración de Sergey Kouzmine que desarrolló "el entramado societario para el blanqueo de capitales en España, Panamá, Liberia, Islas Vírgenes y Lietchtstein". 

Las órdenes de detención también afectan, entre otros, a Viktor Gavrilenkov, especialista en operaciones de contrabando y que lavó "considerables cantidades de dinero" con la adquisición de fincas en España, y Pavel Kudryaskov, que fue relacionado por la policía en 1999 con el grupo vinculado al asesinato de la diputada Gadina Starovoitava en las elecciones a la cámara legislativa de San Petesburgo.