cambios en el reino unido

El izquierdista Jeremy Corbyn logra una arrasadora victoria en la elección del liderazgo laborista

El candidato de la izquierda radical, de 66 años, obtuvo el 59,5% de votos en la primera vuelta

Jeremy Corbyn, el nuevo líder de los laboristas británicos.

Jeremy Corbyn, el nuevo líder de los laboristas británicos. / AR sh

BEGOÑA ARCE / LONDRES

Por qué confiar en El PeriódicoPor qué confiar en El Periódico Por qué confiar en El Periódico

Jeremy Corbyn ha sido elegido en nuevo líder del Partido Laborista británico, en una arrolladora victoria. El candidato de la izquierda radical, de 66 años, obtuvo el 59,5% de votos en la primera vuelta. Más de un cuarto de millón de participantes le dieron su respaldo. En el discurso al aceptar la designación, entre aclamaciones y jubilo de sus simpatizantes, Corbyn hizo un llamamiento para lograr "una sociedad mejor y más decente" y prometió luchar para acabar "por los niveles grotescos de desigualdad actuales" en el Reino Unido. También anunció que por la tarde acudiría a una manifestación a favor de los refugiados.

Con su discurso antiausteridad y sus promesas de potenciar los servicios públicos, Corbyn se impuso  a los exministros, Yvette Cooper y Andy Burnham y  la también candidata Liz Kendall, figuras todos ellos del nuevo laborismo. El resultado se ha anunciado oficialmente en presencia de los cuatro contendientes en el centro de conferencias Queen Elizabeth de Londres, ante la cúpula laborista que asistía impotente y con cara de funeral a la designación de quien ven más como un enemigo que como un líder. Incluso antes del anuncio oficial, ya circulaban rumores de complot para deshacerse de Corbyn antes del próximo verano.

Ha sido sin embargo el  representante de Islington Norte el que ha sabido aprovechar el cambio en las normas de elección que ha permitido votar a todo el que pagara 3 libras por la elección. Mas de medio millón lo han hecho. La participación, del 76,3%, extremadamente alta, ha favorecido a Corbyn, que ha captado el desencanto, la frustración de militantes laboristas. Unos ciudadanos, que sobre todo durante la crisis, no se sentían representados por la tibia oposición a las medidas draconianas de recortes de los conservadores.

La victoria de Corbyn supone un seísmo en la historia del laborismo. Las grandes figuras del partido consideran su elección como una catástrofe. No está claro quienes están dispuestos a colaborar ahora con él. El partido corre el peligro de una escisión o desangrarse en continuas luchas internas. El nuevo líder se opuso a la modernización, que llevaron a cabo Tony Blair y Gordon Brown, consiguiendo así ganar tres elecciones consecutivas. Ahora Corbyn está dispuesto a enterrar el "nuevo laborismo" y volver a las esencias de la izquierda tradicional, con la que muy difícilmente podrá llegar al poder. La norma hasta ahora en el sistema bipartidista británico es que nadie gana una elección sin contar con los votos del centro. Con el apoyo sólo de la izquierda, como pretende Corbyn, nunca hasta ahora se han ganado en el Reino Unido unos comicios. Claro está, que las cosas pueden cambiar, pero a esta hora quienes brindan con champán por el nuevo jefe de la oposición son los conservadores.