INICIATIVA DEL GOBIERNO ITALIANO

Italia desclasifica los documentos de los sangrientos años de plomo

Matteo Renzi.

Matteo Renzi.

ROSSEND DOMÈNECH
ROMA

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Italia va a desclasificar los documentos secretos relativos a los atentados terroristas cometidos entre las décadas de los 60 y 80, los conocidos como años de plomo. «La transparencia es un deber con relación a los familiares de las víctimas de estos episodios, que permanecen como una mancha oscura», explicó ayer el jefe del Ejecutivo italiano, Matteo Renzi. En su conjunto, en nueve distintos atentados y masacres hubo 216 muertos y 688 heridos. La autoría de esas acciones  resulta desconocida.

Los casos desclasificados se refieren a un atentado contra el banco de la Agricultura de Milán (1969), al atentado de Peteano (1972), al perpetrado contra una comisaría de Milán (1973), al de la plaza de la Loggia de Brescia (1974), al de Gioa Tauro (1970), el cometido contra el tren Italicus (1974), la matanza de la estación de Bolonia (1980), el avión DC-9 de Itavia caído o abatido sobre la isla de Ustica (1980), y el realizado a bordo de un tren (el Rápido 904) en 1984, en vísperas de Navidad.

MAFIAS Y EXTREMA DERECHA / Las razones por las que los gobiernos de estos 45 años cubrieron los hechos con el secreto de Estado y lo mantuvieron son desconocidas aunque dispares. Los tres primeros atentados fueron atribuidos a militantes o afines de la extrema derecha de entonces, agrupada entorno al Movimiento Social, heredero del partido fascista. La paternidad de los descarrilamientos y atentados contra los trenes fue asignada a las mafias. El atentado en la estación de Bolonia, con 85 muertos, fue atribuido a la extrema derecha con complicidades con miembros de los servicios secretos italianos para confundir las aguas sobre el supuesto abatimiento del DC-9 sobre Ustica, ocurrido poco antes.

La caída del avión, según descubrió el primer tribunal que investigó, habría tenido lugar durante una supuesta acción bélica sobre Italia que tenía como objeto el avión del entonces líder libio, Muamar Gadafi, que aquella noche de agosto sobrevolaba la península. Durante años, los familiares de las 81 víctimas han intentado saber la verdad de los hechos y varios presidentes de la República han intervenido pidiendo a los aliados, que participaban en unas maniobras en la zona, que revelasen lo que supieran.

NI FRANCIA NI EEUU / Pero ni Francia, de la que se sospecha que lanzó el misil que erróneamente abatió el avión civil, ni EEUU, que tenían naves en la zona, han colaborado nunca plenamente. Sospechosamente, tras la caída del avión ningún centro militar italiano de radar de la península detectó anomalías ni pudo presentar grabaciones fiables.

En un tuiteo sucesivo al anuncio de ayer, Renzi escribió que, en nombre de las transparencia, el Gobierno ha «desclasificado los documentos sobre algunas de las páginas más oscuras de la historia italiana», las que se escribieron en plena guerra fría, en un momento de gran tensión política entre bloques.

Los documentos que van a desclasificarse están depositados en los archivos centrales. Se empezará por los más antiguos.