El conflicto de Oriente Próximo

Israel mata al jefe militar de Hamás y bombardea Gaza

Unos bomberos extinguen el fuego en el coche destrozado en el que viajaba Ahmed Yabari.

Unos bomberos extinguen el fuego en el coche destrozado en el que viajaba Ahmed Yabari.

ANA ALBA
JERUSALÉN

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Gaza podría volver a sufrir una guerra de grandes dimensiones, después de que el Ejército israelí iniciara ayer «una operación de envergadura», en palabras de la portavoz militar Avital Leibovitz, con el asesinato del jefe del brazo armado de Hamás, Ahmed Yabari, al que las autoridades israelís acusan de tener «mucha sangre en las manos» y res-

ponsabilizan de lanzamientos de cohetes sobre Israel y del secuestro del exsargento israelí Gilad Shalit en el 2006.

«Hemos alcanzado un vehículo en el que iba Ahmed Yabari, en la ciudad de Gaza», confirmó Leibovitz. El ataque, que vuelve a instaurar la antigua política israelí de los denominados «asesinatos selectivos», es el punto de partida de la operaciónPilar Defensivo, «que tiene otros objetivos terroristas», según explicó Leivovitz.

El Ejército llevó a cabo diversos bombardeos en Gaza y destruyó «bases de lanzamiento bajo tierra» y acabó en gran parte con «la capacidad de lanzar misiles de largo alcance de Hamás y la Yihad [Islámica]», según un comunicado. Los ataques israelís causaron al menos ocho muertos, entre ellos otro dirigente de Hamás y una niña, y más de 20 heridos, según fuentes médicas de Gaza.

MISILES/ La nueva ofensiva militar se esperaba después de que el lunes, el primer ministro israelí, Binyamin Netanyahu, anunciara que haría todo lo posible para «defender» a sus ciudadanos. Entre el viernes y el lunes pasado cayeron unos 110 misiles en el sur de Israel que causaron tres heridos y daños materiales.

«Hamás y la Yihad Islámica siguen con la provisión y compra de armas, facilitada por Irán y cuentan con misiles cada vez de mayor alcance», explicó a este diario el capitán Roni Kaplan, portavoz del Ejército israelí. Los misiles que grupos palestinos lanzan desde Gaza son proyectiles de mortero, que alcanzan 9,7 kilómetros, cohetes Qasam, que llegan a 17,7 kilómetros, misiles Grad -20 km- y Grad modernizados que tienen un alcance de 48 kilómetros. Las poblaciones israelís más afectadas son Sderot, Ashkelon, Ashdod y Bersabé. En los últimos meses, el sistema Iron Dome de defensa ha interceptado varios Grad y Qasam que hubieran caído en zonas pobladas. «Un millón de ciudadanos están bajo la amenaza de los misiles de Gaza y estamos seguros de que los grupos palestinos ya poseen misiles que llegan a Tel-Aviv [a unos 70 km de la franja]», aseguró una fuente militar israelí a este diario.

La posibilidad de que en las próximas horas o días las tropas israelís invadan Gaza por tierra se baraja con insistencia. A pesar de que el Ejército no confirma esta opción oficialmente, una fuente militar indicó que «a nivel táctico, diversos generales son partidarios de operaciones terrestres. Queremos mejorar la vida de los israelís en el sur y quizás para conseguirlo sea necesaria una operación que debilite el terror y se lleve a cabo con el menor número de muertos posible».

MEDIACIÓN/ Las Brigadas Ezzedin al Qasam, el brazo armado de Hamás, dijeron que con el asesinato de Yabari, «la ocupación [Israel] ha abierto las puertas del infierno» y amenazaron con duras represalias. El jefe de los negociadores palestinos, Saeb Erekat, condenó la muerte de Yabari, «que pretende iniciar una escalada sangrienta. Consideramos al Gobierno israelí completamente responsable de las consecuencias que este acto de agresión puede traer». Los ataques israelís se produjeron cuando Egipto estaba mediando una tregua entre Israel y Hamás.

La tensión se ha disparado dos semanas antes de que los palestinos pidan a la Asamblea General de la ONU el reconocimiento de Palestina como Estado observador. Ayer, el diario israelíHaaretzpublicaba que el ministro de Exteriores israelí, Avigdor Lieberman, está elaborando un documento para ofrecer a los palestinos el reconocimiento inmediato de su Estado en unas fronteras provisionales a cambio de que se olviden de la ONU. «Es un documento interno inacabado que incluye fronteras interinas para un Estado palestino que se negociarían posteriormente», dijo a EL PERIÓDICO el portavoz del Ministerio de Exteriores israelí, Yigal Palmor.

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