Israel no avisó del ataque en el que murió el casco azul español

El Ejército israelí conocía la posición de la garita de la FINUL desde el 2006

Compañeros del cabo Francisco Javier Soria Toledo portan el féretro con sus restos mortales, en Córdoba.

Compañeros del cabo Francisco Javier Soria Toledo portan el féretro con sus restos mortales, en Córdoba.

PILAR SANTOS / MADRID / ANA ALBA / JERUSALÉN

Por qué confiar en El PeriódicoPor qué confiar en El Periódico Por qué confiar en El Periódico

el Ejército israelí no avisó a la Fuerza Interina de Naciones Unidas para Líbano (FINUL) de que iba a lanzar un ataque en la dirección en la que se encontraba la garita del cabo Francisco Javier Soria Toledo, según explicaron ayer fuentes gubernamentales a este diario. Como consecuencia, el militar español, de 36 años, murió en el acto.

Si los militares israelís hubieran advertido a la fuerza de paz, Soria Toledo habría seguido el protocolo y se habría metido en un búnker para protegerse, explican estas fuentes. Además, destacan que el Ejército israelí sabe desde el 2006 que la FINUL tiene un puesto de vigilancia en esas coordenadas.

LA COLABORACIÓN DE ISRAEL / La investigación de las Naciones Unidas ya está en marcha. Según fuentes del Ejecutivo español, puede demorarse unas dos semanas. La clave está, apuntan estas fuentes, en que Israel colabore y diga cuanto antes dónde estuvo el fallo: si hubo un error de comunicación, por el que no se advirtió a la garita, o bien si el Ejército israelí se equivocó al calcular la distancia de los proyectiles lanzados.

El ministro de Exteriores, José Manuel García-Margallo, insistió ayer en que la investigación debe ser «exhaustiva». «Cuando tengamos los resultados, será la hora de exigir responsabilidades», añadió. No obstante, los radares que controla Francia, según el reparto en la fuerza de paz, han registrado de manera clara que Israel lanzó la artillería, según fuentes de la Moncloa.

El Ejército israelí alegó que bombardeó posiciones de Hizbulá en el sur del Líbano como respuesta a un ataque del grupo chií libanés contra un blindado israelí en el que murieron dos soldados y otros siete resultaron heridos. El ataque tuvo lugar en las Granjas de Shebaa, territorio ocupado por Israel en disputa entre el Líbano y Siria.

«OJO POR OJO» / Hizbulá indicó en un mensaje enviado a Israel a través dela FINUL que el ataque fue «ojo por ojo». Se trató de una venganza por el bombardeo israelí -ni confirmado ni desmentido por Israel- en el que murieron seis militantes de Hizbulá, entre ellos, Yihad Mughniyeh, hijo del difunto líder militar del grupo Imad Mughniyeh, y seis militares iraníes, el 18 de enero en Siria, cerca de la frontera con Israel.

Hizbulá aseguró en su mensaje a los israelís que no está interesado en una escalada de violencia, a pesar de que en los últimos días ha lanzado desde Siria proyectiles sobre la zona de los Altos del Golán ocupada por Israel.

El primer ministro israelí, Binyamin Netanyahu, acusó ayer a Irán de estar detrás del ataque contra el blindado israelí y del aumento de la violencia en las fronteras de su país. «Irán es el que está armando, organizando, financiando y lanzando a sus mensajeros del terror en nuestras fronteras», afirmó Netanyahu, que fue criticado por su ministro de Exteriores, Avigdor Lieberman, por «la falta de respuesta de Israel» a Hizbulá. Lieberman es partidario de un ataque a gran escala.