UN DÍA DE FURIA

La ira de un trabajador despedido

El empleado se hace con los mandos de una excavadora y golpea reiteradamente el fuselaje de un avión en el aeropuerto ruso de Igarka

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Un trabajador que llevaba a cabo obras en el aeropuerto de Igarka, ciudad rusa situada a 2.800 kilómetros al noreste de Moscú, ha tenido un ataque de ira después de que su jefe le comunicara que estaba despedido.

El hombre, sin mediar palabra alguna, se puso a los mandos de la excavadora que utilizaba en las obras y empezó a golpear reiteradamente con la pala de la máquina el fuselaje de un pequeño avión estacionado en la pista.  

El aparato, un lujoso jet de la compañía aérea Utair, modelo Yak-40, valorado en más de 5 millones de dólares (4,3 millones de euros), quedó muy dañado, sobre todo en la parte posterior de la cabina de los pilotos.

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