SITUACIÓN EMBARAZOSA EN EEUU

Un intruso se cuela en la Casa Blanca

Un hombre armado con un cuchillo llegó hasta el vestíbulo de la masión de Obama

RICARDO MIR DE FRANCIA / WASHINGTON

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No es demasiado inusual que alguien salte las verjas que rodean la Casa Blanca para tratar de acercarse a la residencia del presidente de EEUU. Sucede con relativa frecuencia, pero los intrusos apenas consiguen avanzar unos metros antes de ser arrestados. Mucho más insólito es lo que sucedió el viernes, cuando un hombre armado con un cuchillo logró llegar hasta el pórtico de la entrada norte, abrir la puerta de la mansión y colarse en el vestíbulo antes de que un agente se le echara encima. El incidente, seguido por otro de menor entidad el sábado, puso de manifiesto una cadena de fallos en el sistema de seguridad del servicio secreto, un cuerpo que parece empeñado en arruinar su reputación.

El intruso ha sido identificado como Omar González, un hombre de 42 años y natural de Tejas que sirvió 18 años en el Ejército, seis de ellos como francotirador de las fuerzas especiales en Irak. El pasado viernes, pasadas las siete de la tarde y apenas 10 minutos después de que el presidente, Barack Obama, y sus dos hijas subieran a un helicóptero en los jardines en el sur de la mansión para pasar el fin de semana en Camp David, González saltó la valla de la avenida Pensilvania, el tramo de calle, cerrado al tráfico, donde se concentran la mayoría de turistas.

Los sensores del sistema de seguridad activaron la alarma. Pero González echó a correr y alcanzó el pórtico en un sprint de 65 metros sin que ninguno de los agentes armados que respondieron consiguiera placarlo. El protocolo de seguridad estipula que pueden disparar solo cuando el intruso va armado, lleva una mochila o ropas holgadas, señal de que podría acarrear una bomba. No lo hicieron porque González llevaba el cuchillo escondido en el bolsillo.

Desalojo

Los agentes tampoco soltaron a los pastores belgas entrenados para abalanzarse sobre cualquiera que se acerque corriendo hasta la mansión. «Lo que ha sucedido no es aceptable y vamos a investigarlo minuciosamente», aseguró el portavoz del servicio secreto, Edwin Donovan, ahondando en la misma opinión expresada por algunos congresistas. La agencia se ha comprometido a revisar sus protocolos para tratar de comprender cómo el intruso pudo incluso entrar en la mansión del presidente, lo que obligó a evacuar al personal y los periodistas que en esos momentos se encontraban en la Casa Blanca.

Las autoridades creen que González está mentalmente desequilibrado. En su declaración jurada, tras ser detenido, afirmó que saltó la valla para avisar al presidente de que «la atmósfera está colapsando». En los últimos años ha vivido como un indigente, durmiendo en su coche con su perro o debajo de algún puente. Para el servicio secreto, este es un nuevo incidente embarazoso. En el 2009, una pareja estuvo a punto de colarse en una cena de Estado sin haber sido invitada. Y en el 2014, la agencia tuvo que repatriar a una docena de agentes de Cartagena (Colombia), después de que se fueran de fiesta con prostitutas horas antes de la llegada de Obama.