POLÉMICA TRAS UNA INVESTIGACIÓN

La India niega un célebre caso de violación grupal

Las dos jóvenes colgadas en un árbol se suicidaron, según la investigación

EL PERIÓDICO / NUEVA DELI

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Las dos adolescentes indias que aparecieron ahorcadas de un árbol el pasado mes de mayo en la localidad de Badaun no fueron violadas y después asesinadas, sino que se suicidaron. El informe de la Oficina Central de Investigación (OCI), hecho público ayer con polémica tras cinco meses de pesquisas contradice el primer informe que elaboró la policía del estado de Uttar Pradesh, donde ocurrieron los hechos, y que dictaminó múltiples agresiones sexuales y muerte por ahorcamiento.

El caso tuvo gran repercusión en el país y en el resto del mundo ya que se sumó a otras muertes de chicas sucedidas meses antes, como la estudiante que falleció tras ser brutalmente violada por varios hombres en un autobús en Nueva Deli. Estos hechos revelaron una realidad oculta en la India, donde la mujer sufre de gran vulnerabilidad y desprotección ante las agresiones sexuales.

"La investigación ha concluido que es un caso de suicidio", dijo ayer el director de la OCI, Ranjit Sinha. La investigación se ha apoyado en un total de 40 informes que descartan la tesis de la violación y el asesinato, según las autoridades policiales. Las chicas decidieron quitarse la vida ante "la presión de sus familias que rechazaban la amistad que tenían con un habitante del pueblo", aseguró al diario Hindustan Times otro responsable de la OCI.

CRÍTICAS E INDIGNACIÓN

Los familiares de las adolescentes, dos primas de 14 y 15 años, recibieron ayer con indignación la noticia. "Estoy muy enfadado con esta decisión. La OCI no ha mostrado ningún interés por avanzar en el caso durante la investigación", dijo el padre de una de las chicas. "Los investigadores han intentado endulzar el caso y salvar a los acusados desde un principio", añadió. Organizaciones por los derechos de las mujeres manifestaron su escepticismo sobre la conclusión policial y exigieron que se siga investigando.

Tras la muerte de las dos adolescentes, la policía detuvo a tres hermanos como presuntos autores y a dos agentes a los que acusaron de encubrimiento. Todos ellos salieron en libertad el pasado mes de septiembre. Los tres chicos pertenecen a la comunidad Yadav, la que goza de mayores privilegios en esta región del norte de la India. Las chicas, por el contrario, eran Shakyas, la casta más baja.