DIÁLOGO COMPLICADO EN LAUSANA

La incertidumbre se apodera de la negociación nuclear

Kerry mira al horizonte desde su habitación de hotel en Lausana.

Kerry mira al horizonte desde su habitación de hotel en Lausana.

RICARDO MIR DE FRANCIA / WASHINGTON

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Todas las partes implicadas en las negociaciones nucleares con Irán decidieron el martes extender el plazo que se habían fijado para llegar a un acuerdo de mínimos, pensando que unas horas más podrían servir para solventar los últimos flecos. Pero la solución seguía el miércoles atascada entre un clima de creciente incertidumbre, agravado por la decisión de los ministros de Exteriores de FranciaChina Rusia de abandonar el histórico hotel Beau-Rivage Palace de Lausana (Suiza) que acoge las converaciones. Parte del problema parece estar en las reticencias iranís a pactar un comunicado que sea lo suficientemente específico para satisfacer las necesidades políticas de Estados Unidos y sus socios europeos.

La Casa Blanca ha empezado a impacientarse. «Ha llegado la hora de que Irán haga los compromisos serios que espera la comunidad internacional», dijo su portavoz, Josh Earnest. En una amenaza velada, Earnest explicó que el tiempo para negociar «no es ilimitado» y que las grandes potencias tendrán que considerar «otras alternativas» si la delegación iraní rehuye su palabra. Pero de momento, la Administración de Obama, que ha apostado buena parte de su caudal político a unas negociaciones con infinidad de detractores en Washington, no está dispuesta a levantarse de la mesa, como sí hicieron tres de los siete cabezas de las delegaciones participantes.

El Departamento de Estado anunció que el canciller John Kerry permanecería en Lausana «al menos» hasta el jueves por la mañana, lo que en términos prácticos implica otra jornada de prórroga. «Seguimos haciendo progresos pero todavía no hemos llegado a un entendimiento político», aseguró la portavoz del Departamento. Las versiones del punto en el que se encuentran las negociaciones varían según el país consultado. Antes de dejar Suiza, el ministro de Exteriores ruso llegó a decir que se había llegado a un principio de acuerdo sobre todos los asuntos candentes y que en las próximas horas se pondría sobre el papel.

MUCHAS RESERVAS

Pero tanto Francia como el Reino Unido mostraron muchas más reservas. «Se ha progresado pero no lo suficiente para cerrar un pacto de forma inmediata», afirmó desde París el canciller galo, Laurent Fabius. «Queremos un acuerdo robusto con verificaciones detalladas», dijo después de precisar que regresará a Lausana cuando considere que puede ser «útil». Su homólogo alemán, Frank-Walter Steinmeier, no descartó que el diálogo se pueda venir abajo, aunque matizó que sería «irresponsable ignorar la posibilidad de alcanzar un acuerdo».

Tras tres décadas de enfrentamiento y desconfianza, el encaje de bolillos es complicado. Se negocia todo. Desde cuantas centrifugadoras podrá mantener Irán para producir combustible nuclear, a qué se hará con el uranio enriquecido que tiene almacenado, los límites que se impondrán a su programa de investigación, el ritmo del levantamiento de las sanciones o la duración de las restricciones contempladas por el acuerdo.

EL FONDO Y LAS FORMAS

Pero más allá de los detalles de fondo, parte del problema reside en las formas. EEUU necesita un acuerdo con detalles específicos para poder vendérselo al Congreso, que amenaza con imponer a mediados de este mes nuevas sanciones, mientras Irán prefiere una formula mucho más vaga donde queden reconocidos sus «derechos» para contentar así a sus halcones en Teherán. «Siempre he dicho que acuerdo y presión no pueden ir juntos», dijo el ministro iraní de Exteriores, Mohammed Javad Zarif. «Así que nuestros amigos tienen que decidir si quieren continuar sobre la base del respeto o de la presión», añadió.

Las prórrogas en la negociación no son nuevas. Después de que las partes llegaran a un acuerdo interino en noviembre del 2013, que levantó una pequeña parte de las sanciones a cambio de unas restricciones en el programa nuclear que Irán ha cumplido al pie de la letra, el plazo se extendió en dos ocasiones. La línea de meta está fijada para el 30 de junio, cuando tendría que presentarse un acuerdo con todas las especificaciones técnicas.