TRAGEDIA EN EEUU

Un incendio de proporciones épicas destruye algunos barrios de Colorado Springs

Las llamas han destruido entre 200 y 300 casas y obligaron a evacuar a 36.000 habitantes

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Unincendiode proporciones épicas que devastaba los alrededores deColorado Springs, en el oeste deEEUU, ha penetrado en la ciudad este miércoles, obligando aevacuar a 36.000 personas y causando la destrucción de edificios. "Es una tormenta de fuego de proporciones épicas", resumió el jefe de losbomberosde la ciudad,Richard Brown, citado por el diario local 'Denver Post'.

Colorado Springs, segunda ciudad deColorado, está situada a un centenar de kilómetros al sureste deDenver, la capital estatal. Durante toda la jornada, la ciudad estuvo cubierta por una espesa capa de humo, mientras las llamas de varios metros de altura invadían algunos barrios. El incendio continuó progresando durante la jornada, destruyendo cerca de 7.500 hectáreas de vegetación. No se produjo ninguna víctima, aunque 36.000 personas han tenido que ser evacuadas, declaró a la cadena de televisión CNN el gobernador de Colorado,John Hickenlooper.

Según el diario 'The Colorado Springs Gazette', el fuego habría destruido entre 200 y 300 casas. Las autoridades no han querido comentar esta cifra, pero explicaron que las zonas afectadas por el fuego todavía eran inaccesibles y demasiado peligrosas como para hacer evaluación de los daños. Hickenlooper precisó que las causas del incendio se desconocían. "Tenemos ciertos índices según los cuales (el origen) podría ser criminal", indicó. ElFBI aún no ha abierto formalmente una investigación.

Los evacuados, obligados a salir de sus casas solo con lo puesto, se inquietaban por el destino que podían correr sus propiedades.Colin Gingrich, de 38 años, es un pintor. Solo pudo llevar consigo sus tubos de pintura, pero tuvo que dejar atrás sus cuadros. "Tendré que acordarme de ellos para poderlos rehacer", dijo.

Virginia Caldwell, una pensionista, relató: "Estaba  en una fiesta organizada con motivo del nacimiento de un bebé; un vecino me llamó para decirme que nuestro barrio estaba completamente en llamas; al principio, no le creí", decía, mientras reconfortaba a su nieta Gabriella, de 18 años. "No tengo ropa, nada", indicó.