"El impacto en España podría ser del orden del 0,5% del PIB"

Vincent Aussilloux es director del departamento de economía y finanzas de France Stratégiey Autor del estudio sobre el impacto económico del abandono de Schengen

-¿Por qué han querido evaluar las consecuencias de un posible abandono del espacio Schengen?  

-Consideramos que los acuerdos de Schengen están en peligro. Que los países europeos lo cuestionen de manera permanente es un riesgo y es importante evaluar todas las consecuencias para intentar evitarlo. En el conjunto de la zona las pérdidas se pueden elevar a casi 1% del PIB en 10z años.

-¿Qué países serían los más afectados?

.-Salvo en el caso de Francia, no tenemos un análisis detallado país por país, pero pensamos que los países pequeños cuya economía se basa en la exportación, como Holanda, Bélgica o Portugal, sufrirán un mayor impacto económico.

-¿Qué consecuencias tendría para España?

-Las consecuencias serían comparables a las de Francia. Podemos pensar que el sector turístico se vería seriamente afectado y que, como pesa mucho en el PIB, sería algo muy negativo para la economía española. También las exportaciones, sobre todo las que se realizan por carretera. Por lo tanto, el impacto podría ser del orden del 0,5% del PIB e incluso algo más.

-¿Y para Catalunya, teniendo en cuenta su proximidad con Francia?.

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- Probablemente sería la zona más afectada, porque los vínculos a través de la frontera se han intensificado y la fluidez del paso se reduciría. Ya hemos visto que en los periodos de más afluencia turística, como las fiestas de fin de año, hay filas enormes en el paso de Perthus, así que habría consecuencias concretas y eso entorpecería la exportación.

-Europa se escuda en el control del flujo de refugiados para restablecer temporalmente el control de las fronteras interiores. A su juicio ¿la medida es eficaz?

-Lo ponemos en duda. Las fronteras de países como España, Francia o Alemania no serán jamás herméticas. Tenemos ahí el caso del Reino Unido que, incluso siendo una isla, tiene difícil impedir que la gente pase. De todas maneras, será imposible detener todos los flujos, es mejor actuar en el origen colaborando con los países fronterizos de Siria para evitar que pongan en peligro su vida p llegar al continente europeo.

- ¿Y es útil para garantizar la seguridad, como ha hecho Francia tras los atentados del 13-N?

-No ignoramos los retos políticos de seguridad, pero creemos que es importante tener las consecuencias económicas en la cabeza cuando se piensa en las soluciones. Hay que tener cuidado de los efectos negativos para el empleo, el crecimiento o los ingresos de las personas que se verían directamente afectadas.

-¿El estudio ha sido un encargo del Gobierno francés o una iniciativa de France Stratégie?

-Ha sido una iniciativa nuestra que pusimos en marcha en diciembre del 2015 conjuntamente con otros investigadores porque vimos que era un tema importante sobre el que había que investigar. Comprobamos que no había estudios y que empezaban a surgir preguntas sobre el futuro de Schengen y si vamos a volver a los controles permanentes. Tampoco la Comisión Europea ha publicado nada al respecto. De todas formas, nosotros transmitimos sistemáticamente todos nuestros análisis al primer ministro.