La increíble historia del hombre que sobrevivió tres días sumergido en el Atlántico

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Atrapado durante tres días en el fondo del océano Atlántico en un remolcador que había dado una vuelta de campana, Harrison Odjegba Okene rogaba a Dios por un milagro. Su historia recuerda a aquel 'Relato de un náufrago' de Gabriel García Márquez.

El cocinero nigeriano sobrevivió gracias a una bolsa de aire en la que quedó atrapado. Un video de su rescate, en mayo y publicado en internet más de seis meses después, ha recibido cientos de miles de visitas en pocos días.

Sumergido en aguas heladas, vestido solo con unos calzoncillos, Okene repetía el último salmo que su esposa le había enviado por mensaje de texto al móvil: "Por tu nombre, Señor, dame vida".

A 30 metros de profundidad

Okene está convencido de que su rescate después de 72 horas bajo el agua y a 30 metros de profundidad es una señal de salvación divina. De los otros 11 marineros del 'Jacson', 4 murieron.

Los buzos enviados al lugar, que trabajaban en un yacimiento petrolero a 120 kilómetros de allí, solo pensaban encontrar cadáveres, dijo Tony Walker, gerente de la compañía holandesa DCN Diving. De hecho, rescataron cuatro cuerpos.

Cuando una mano apareció en la pantalla de la cámara de restraeo usada por Walker en el barco de rescate todo el mundo dio por sentado de que se trataba de un cadáver más.

"El buzo vio la mano y cuando fue a cogerla, ¡esta se aferró a la suya!", dijo Walker en entrevista telefónica el martes.

"Fue aterrador para todos", dijo. "Para el tipo atrapado, porque no sabía qué estaba sucediendo. Fue un 'shock' para el buzo que estaba allá abajo buscando cadáveres y nosotros (en la sala de control) saltamos al ver en la pantalla la mano que lo aferraba".

Pavor y júbilo

En el video hay una exclamación de pavor del buzo, seguida de júbilo al comprender lo que sucedía. Okene recuerda que le oyó gritar: "¡Hay un sobreviviente! Está vivo".

Walker dijo que Okene no podía haber vivido mucho más tiempo.

"Tuvo una suerte increíble al estar en una bolsa de aire, pero le quedaba un tiempo limitado... hasta quedarse sin oxígenos".

El buzo que lo rescató usó agua caliente para hacerlo entrar en calor y luego le puso una máscara de oxígeno. Tras extraerlo del bote hundido, lo introdujo en una cámara de descompresión y luego lo llevó a la superficie.