crisis migratoria en el mediterráneo

El hombre fuerte del este de Libia avisa a Italia de que interceptará sus navíos

El primer ministro libio, Fayez al-Serraj (izq) y el mariscal Haftar (derecha), junto al presidente francés, Emmanuel Macron, en París, el 25 de julio.

El primer ministro libio, Fayez al-Serraj (izq) y el mariscal Haftar (derecha), junto al presidente francés, Emmanuel Macron, en París, el 25 de julio. / periodico

El Periódico / Trípoli

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El jefe de las Fuerzas Armadas de Libia, el mariscal Khalifa Haftar, ha ordenado que se "intercepte" cualquier barco de guerra que entre en las aguas territoriales libias sin autorización de la Armada. La orden de Haftar, hombre fuerte que controla el este del país, fue enviada a las bases marítimas de Tobruk, Bengasi, Ras Lanuf y Trípoli, según un comunicado publicado por la oficina de información de las Fuerzas Armadas libias.

El contundente anuncio se produce después de que Italia diera este miércoles luz verde a una misión naval para patrullar las aguas territoriales libias junto a la Guardia Costera local para combatir a los traficantes de personas y controlar la inmigración irregular. El despliegue de las naves italianas, que indirectamente obligará a retroceder a las embarcaciones de las oenegés humanitarias que operan en aguas próximas, dedicadas al rescate y salvamento de inmigrantes a la deriva, había sido una petición expresa y por escrito del jefe del Gobierno de unidad nacional de Libia apoyado por la ONU, Fayez al-Serraj, realizada el pasado 26 de julio.

Al mismo tiempo, el propio Parlamento libio ha expresado también en un comunicado su rechazo "categórico" a cualquier solicitud de acuerdo que presente Italia y que le pueda permitir violar la soberanía nacional con el pretexto de la asistencia y el apoyo a la lucha contra la inmigración ilegal. El texto del comunicado añade que no se admite ningún acuerdo que no sea sometido al poder legislativo representado por la aprobación del Parlamento y no a través del Ejecutivo "que aún no recibió el voto de confianza" en un asunto "que no protege la soberanía nacional ni las aguas territoriales libias", informa Efe.

El Parlamento también ha advertido a Italia sobre el peligro de exportar la crisis humanitaria de su territorio al de Libia "a través el retorno de los inmigrantes ilegales". Por último, el Parlamento reclama a las Naciones Unidas que adopten medidas que protejan la soberanía de Libia, "Estado representado en su seno", y a Italia que "respete" las convenciones y tratados internacionales y la soberanía libia.

Pactos frágiles

Estas dos férreas reacciones ante el acuerdo entre Trípoli y Roma revelan una vez más la fragilidad de los pactos promovidos en la UE con Libia, un Estado fallido y sumido en el caos y la guerra civil entre diversas facciones desde que en el 2011 rebeldes apoyados por la OTAN lograron derrocar la dictadura de Muamar Gadafi. En la actualidad, dos gobiernos se disputan el poder apoyados por distintas milicias: uno sostenido por la ONU en Trípoli y otro en Bengasi (este), bajo el mando militar del mariscal Haftar.

Pese a todo, los dos líderes enfrentados, Serraj y Haftar, alcanzaron un acuerdo el pasado 25 de julio en París, bajo los auspicios del presidente francés, Emmanuel Macron, para sentar las bases de una salida al conflicto. Ambos pactaron el establecimiento de un alto el fuego y la convocatoria de elecciones presidenciales y parlamentarias "lo antes posible", previsiblemente en primavera.