Hollande hace campaña en Calais

François Hollande visita la gendamería de Calais.

François Hollande visita la gendamería de Calais. / periodico

EVA CANTÓN/PARÍS

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Calais empieza a ser un desfile de pretendientes al Elíseo. En la ciudad portuaria del norte de Francia se hacinan en condiciones infrahumanas entre 7.000 y 10.000 migrantes que pretenden cruzar los 80 kilómetros que les separan del Reino Unido.

La guerra en Siria y la mayor crisis de refugiados que vive Europa desde la segunda guerra mundial han vuelto insostenible la situación del campamento de Calais, tanto desde el punto de vista humanitario como en términos de seguridad. Sin embargo, solo a ocho meses de las elecciones presidenciales francesas empiezan a ofrecerse soluciones.

Todavía no se sabe si optará a la reelección, pero François Hollande ha pisado Calais este lunes por primera vez en sus cinco años de mandato. Lo ha hecho cinco días después de la visita de Nicolas Sarkozy, candidato a las primarias de la derecha francesa que ha convertido la inmigración en uno de los ejes de su campaña para no dejarle todo el terreno libre al Frente Nacional.

Ante las fuerzas del orden reunidas en la gendarmería móvil de la ciudad, Hollande ha confirmado que el Gobierno desmantelará “completa y definitivamente” el inmenso campamento de migrantes conocido como la ‘Jungla’, al que, según su agenda oficial, no tenía previsto acudir. “El Gobierno irá hasta el final”, ha asegurado.

OPOSICION DE LA DERECHA

La intención del Ejecutivo es repartir a la población inmigrante entre unos 9.000 Centros de Acogida y Orientación (CAO) diseminados por todo el territorio. Pero en un calenturiento ambiente preelectoral muchos alcaldes de derecha y ultraderecha se niegan a acogerlos en sus municipios.

Dirigiéndose indirectamente a ellos, Hollande ha resaltado que no se desmantelará Calais para “multiplicar” los campamentos en el resto de Francia, sino que se trata de llevarles a verdaderos alojamientos en grupos de 40 ó 50 personas, para poder asesorarles jurídicamente sobre su situación administrativa. La mayoría de los que malviven en Calais proceden de Siria, Afganistán, Irak, Eritrea o Sudán y podrían demandar el asilo en Francia. Quienes no cumplen las condiciones para aspirar a este estatuto son expulsados.

Complica las cosas el hecho de que muchos migrantes tienen familia en el Reino Unido y pretenden reunirse con ella intentando pasar el Canal de la Mancha de manera clandestina. Debido al acuerdo de Touquet firmado entre París y Londres en el 2003, cuando Nicolas Sarkozy era ministro del Interior, el control de la frontera británica se sitúa en Francia.

Ahora es el propio Sarkozy quien defiende renegociar las condiciones de este acuerdo y que sean los británicos quienes examinen las solicitudes de los refugiados "en un centro cerrado en Gran Bretaña".  

CRITICAS A LONDRES

El Brexit ha reavivado, además, el debate sobre Touquet. Aunque el Gobierno socialista no cuestiona el pacto, Hollande ha pedido hoy a Londres una mayor implicación en la gestión migratoria de Calais. “El hecho de que los británicos hayan tomado una decisión soberana no les libra de sus obligaciones respecto a Francia”, ha subrayado.

Hasta ahora, la principal aportación del Reino Unido es la de financiar el muro de hormigón con el que se pretende impedir a los migrantes subir a los camiones que cruzan el Canal. Londres pagará los 3,2 millones de euros que cuesta levantarlo, como sufragó en el 2015 los 15 millones de euros que supuso reforzar la seguridad en la vía de circunvalación que accede al puerto.

El presidente francés se ha reunido igualmente con representantes políticos locales, comerciantes y miembros de asociaciones humanitarias. Una de ellas, Médicos del Mundo, le ha dirigido una carta abierta reclamándole abandonar un enfoque de “gestor” y enviar un mensaje de acogida a las personas que reclaman protección. Francia ha acogido sólo a 1.330 de los 30.000 migrantes a los que se comprometió ante la Unión Europea.