ANUNCIO ANTE SUS SEGUIDORES

Cain renuncia a la candidatura republicana a la presidencia de EEUU

Las acusaciones de aventuras extramatrimoniales hunden su popularidad en las encuestas

Herman Cain se dirige a sus seguidores delante de su cuartel general en Atlanta.

Herman Cain se dirige a sus seguidores delante de su cuartel general en Atlanta. / JA/GAC/ar

RICARDO MIR DE FRANCIA / Washington

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Hasta el final,Herman Cain decidió hacerlo a su manera. Poco antes de anunciar que abandonaba susaspiraciones a la nominación republicana, una banda de blues entretenía a sus seguidores a las puertas del que debía ser el nuevo cuartel general de su campaña en Atlanta y las barbacoas humeaban en un ambiente festivo. Pero eran señales equívocas. Arrinconado porvarias acusaciones de acoso sexual y de infidelidades a su mujer, que le han devaluado en las encuestas,Cain anunció que suspendía la campaña. Eso significa querenuncia a la carrera presidencial, aunque podrá seguir recibiendo donaciones de campaña.

“A día de hoy, tras mucha oración y meditación, he decidido suspender mi campaña presidencial”, dijo el empresario de las pizzerías en una rueda de prensa anunciada desde hace unos días.Cain dijo que sí se rinde no es porque no sea un luchador, sino por “las continuas distracciones y los continuosdaños causados a mí y mi familia”. No obstante, anunció que se guarda en la manga “un plan B” para viajar por el país promoviendo su reforma fiscal y sus ideas en política exterior.

Cain tuvo su momento en octubre, pero como le pasó antes a la congresistaMichele Bachman y al gobernadorRick Perry acabó desinchándose como un globo de helio. Su condición deoutsider sin experiencia política, su estilo fresco y coloquial, su coqueteo con elTea Party y sus eslóganes de anuncio en horario de máxima audiencia calaron temporalmente en las bases republicanas, poco entusiastas con el que todo el mundo considerael candidato inevitable, Mitt Romney.

Su plan estrella fue el 9-9-9, una reforma de impuestos paraeliminar la fiscalidad progresiva, creando unanueva tasa al consumo y fijando el impuesto sobre la renta y de patrimonio en el 9%. Pero en el camino dio la sensación de no estar a la altura y de ser poco serio. En lugar de hacer continuamente campaña ha dedicado parte de su tiempo a promocionar su biografía. No ha dudado en recular, diciendo que bromeaba, tras proponer una valla electrificada y potencialmente letal porcontrolar la inmigración en la frontera con México. Y en política exterior, como él mismo reconoció, estaba verde como el romero. Preguntado hace unos días por su opinión respecto a la gestión deObama en el conflicto libio, respondió como si no supiera de que le hablaban.

Lo que acabado con él, sin embargo, son lassospechas sobre su conducta moral. Primero fueron cuatro mujeres las que le acusaron de haberlas acosado sexualmente mientras dirigía la Asociación Nacional de Restaurantes (ANR) en los 90. Dos de ellas declararon públicamente, mientras las otras dos callaron porque en su día habían firmado un acuerdo de confidencialidad tras recibir una compensación de la ANR. El golpe definitivo aconteció el pasado lunes, cuandoGinger White, una empresaria de Atanta dijo en una entrevista que había mantenido unromance con Cain durante 13 años. Quiso demostrarlo apoyándose en los resgistros telefónicos, que evidenciaban una relación estrecha, con llamadas incluso de madrugada.

Cain reconocío que White era amiga suya, pero negó que hubiera tenido con ella una relación sexual. La última palabra parece haberla tenido su mujer, a la queCain dijo que debía consultar antes de tomar una decisión definitiva. “Estoy en paz con Dios y con mi mujer”, dijo ayer tras tirar la toalla.