EL FUTURO INMEDIATO DE LA PENÍNSULA

La anexión de Crimea a Rusia, un hecho consumado

Concentración 8Una mujer ucraniana, en Maidan, en Kiev, ayer.

Concentración 8Una mujer ucraniana, en Maidan, en Kiev, ayer.

MONTSERRAT RADIGALES / Kiev (Enviada especial)

Por qué confiar en El PeriódicoPor qué confiar en El Periódico Por qué confiar en El Periódico

Nadie en el mundo, más allá de Rusia y la mayoría prorrusa de Crimea, lo reconoce públicamente -y mucho menos Ucrania- pero la secesión de esta península a orillas del mar Negro y su anexión a la Federación Rusa es ya un hecho consumado que difícilmente tendrá vuelta atrás. Ni la retórica internacional más estridente, ni siquiera las sanciones políticas y económicas que la EEUU y la Unión Europea (UE) impondrán a Rusia cambiarán las cosas.

El proceso de anexión tiene un calendario muy determinado y se puso en marcha el pasado 27 de febrero cuando soldados rusos, que trataron inicialmente de ocultar su verdadera identidad al no llevar ningún tipo de insignia o emblema en sus uniformes, tomaron los aeropuertos y los edificios estratégicos de Simferópol, la capital crimeana, con el apoyo de paramilitares prorrusos.

El referendo de ayer -del que no puede decirse que se haya celebrado en las condiciones mínimamente aceptables para los procesos electorales en los sistemas democráticos-pretende pues legitimar una decisión tomada por el Kremlin en Moscú y ejercida por la fuerza. Ahora vendrán los pasos institucionales.

El calendario de la anexión

El primero se producirá hoy mismo cuando, tras la proclamación oficial de los resultados del referendo, las autoridades de Crimea entregarán a Moscú la petición formal de integrar el territorio en la Federación Rusa. La Duma, la Cámara baja del Parlamento ruso, tiene previsto votar un proyecto de ley el próximo viernes día 21. O sea que, en menos de una semana, Crimea será parte de Rusia, aunque «el proceso para la integración completa durará aproximadamente un año», según explicó el nuevo primer ministro crimeano, Serguéi Axionov.

La anexión no tendrá ningún reconocimiento internacional pero ello no cambiará nada. Occidente presionará y castigará a Rusia, y la UE hará lo que mejor sabe hacer: compensar económicamente. Ya ha prometido a Ucrania la firma del Acuerdo de Asociación y una ayuda de 1.000 millones de euros que a Kiev le vendrá de maravilla porque lo necesita, pero que suena a premio de consolación, al igual que la ayuda financiera de EEUU.

Así las cosas, tiene sentido lo que dijo el sábado una joven ucraniana a este diario: "Prefiero un país más pequeño, sin Crimea, pero libre y que no dependa de los rusos".

TEMAS