Grecia pide ayuda a la UE para 100.000 refugiados

Refugiados agolpados en la frontera entre Grecia y Macedonia.

Refugiados agolpados en la frontera entre Grecia y Macedonia. / periodico

SILVIA MARTINEZ / BRUSELAS

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Grecia está al borde del caos humanitario. Alrededor de 8.500 personas se agolpan ya en el campo de Idomeni, en la frontera con Macedonia, que sigue taponando el paso e impiendo que los refugiados continuén su camino hacia el norte de Europa. Y otras 6.000 se encuentran en las islas del Egeo a la espera de cruzar al continente. Un aluvión cargado de desesperación que no tiene visos de parar, lo que ha llegado al Gobierno griego a pedir a sus socios europeos ayuda para 100.000 refugiados. La Comisión Europea responderá este miércoles con un nuevo instrumento de emergencia, dotado con 700 millones en tres años, para contener una crisis humanitaria que a estas alturas parece difícil de evitar.

“Nos enfrentamos a la mayor crisis de refugiados desde la segunda guerra mundial. El problema supera los poderes del país, la fuerza de un Gobierno y la debilidad innata de la Unión Europea”, se lamentaba este martes el primer ministro griegoAlexis Tsipras, en una entrevista en televisión. Atenas se siente ya con el agua al cuello y sin recursos para asistir a los 30.000 refugiados que malviven y transitan por su territorio, los miles que siguen entrando desde Turquía cada día y los muchos más que se esperan con la llegada de la primavera. En breve, según las estimaciones griegas, podrían quedar atrapados en el país hasta 70.000 personas.

El Ejército está ayudando a alimentar a 10.000 personas y varios miles más reciben medicinas, comida y todo tipo de suministros -desde mantas hasta chupetes- de manos de la iglesia y de organizaciones no gubernamentales. “No podemos hacer frente a la presión de todos los refugiados que llegan. Grecia ha remitido un plan de emergencia a la Comisión Europea correspondiente a 100.000 refugiados”, anunciaba la portavoz helena, Olga Gerovassili, sobre unas necesidades que cuantifican entorno a 450 millones de euros.

Es en este contexto de extrema necesidad en el que Bruselas presentará este miércoles un nuevo mecanismo de asistencia de emergencia para ayudar a los países de la ruta de los Balcanes occidentales y especialmente a Grecia. “Es un paso necesario para prevenir el sufrimiento humano como consecuencia de unas cifras sin precedentes. Desde el inicio de la crisis nuestro objetivo ha sido proteger y esta propuesta continuará con ese trabajo”, explicaba el portavoz de Jean-Claude Juncker. El plan contempla una dotación de 700 millones repartida en tres años: 300 en 2016, 200 en 2017 y 200 en 2018 para "hacer frente a las crecientes necesidades humanitarias de la UE ante la crisis de los refugiados" en los países afectados.

Tanto la Comisión Europea como el presidente del Consejo Europeo, Donald Tusk, defienden que Grecia debe ser el foco de atención. “El país al que debemos apoyar en particular es Grecia. El número de inmigrantes que llegan a Grecia está en aumento no porque quieran hacer de Grecia su casa sino porque esperan moverse a otros países europeos. Un test de europeidad sería volver a Schengen y apoyar a Atenas en estos difíciles momentos”, advertía el dirigente polaco tras entrevistarse con el canciller austríaco Werner Faymann dentro de una gira que le llevará esta semana a EsloveniaCroaciaSerbiaGrecia y Turquía.

EFECTO DOMINÓ

El objetivo de esta ronda de capitales es mediar para evitar nuevas medidas unilaterales, preparar la cumbre del lunes 7 de marzo con Turquia y ayudar de paso a un país que se enfrenta a una “inminente” crisis humanitaria, según la agencia de Naciones Unidas para los refugiados. Una crisis, según la organización Human Right Watch, agravada por Austria y por su decisión unilateral de limitar el número de solicitudes de asilo lo que ha provocado un efecto dominó. “Atrapar a los solicitandes de asilo en Grecia no es una solución”, advierte Eva Cossé, especialista en Grecia de la organización.

Las últimas cifras confirman la gravedad de la situación a la que se enfrenta un país hundido por años de austeridad. Según el último balance de Naciones Unidas, entre enero y febrero de 2016 han llegado a la UE cerca de 131.000 inmigrantes y refugiados –otros 418 habrían muerto en la travesía- de los cuáles 122.637 han utilizado la vía del Egeo y Grecia. “Grecia no puede gestionar sola la situación”, alertan instando a aplicar el fracasado plan de reubicaciones.

Entorno a 8.500 personas se agolpan en tiendas de campaña en la frontera de Idomeni, entre Grecia y Macedonia, y 2.500 de ellos, según la organización Save the Children, son niños refugiados. “Con las fronteras cerradas a los afganos y a la mayoría de nacionales cada vez hay un mayor número de niños bloqueados en un limbo y abandonados a su suerte”, denuncia el responsable en la zona, Goran Bilic ”.