la crisis griega

Grecia no cede terreno con las reformas ofrecidas a Bruselas

Tsipras (derecha) habla con Dragasakis y Voutsis, viceprimer ministro y titular de Interior, respectivamente.

Tsipras (derecha) habla con Dragasakis y Voutsis, viceprimer ministro y titular de Interior, respectivamente.

CLARA PALMA HERMANN / ATENAS

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Ni subida del IVA, ni recorte en pensiones, ni flexibilización del mercado laboral. El primer ministro griego, Alexis Tsipras, aclaró este lunes en el Parlamento que la lista de reformas presentada el viernes en Bruselas --de cuya aprobación depende el desembolso de una ayuda crucial para Atenas-- no incluye finalmente ninguna de estas medidas.

Para el mandatario, la implementación de un «programa propio» es por el contrario «la única estrategia que puede poner fin a la austeridad manteniendo el país en el marco europeo». En su discurso, Tsipras llamó a la oposición a apoyar el «esfuerzo nacional» para «levantar a la patria del barro del rescate» y negó que la extensión de cuatro meses del contrato de préstamo constituyera un tercer memorando.

Entre las reformas indispensables para «cambiar la cara del Estado griego», Tsipras hizo referencia a la necesidad de reestructurar los pagos de la deuda --cuya vinculación al crecimiento iría incluida en esta enésima lista de medidas--.

El Gobierno griego sostiene que sus propuestas generarían ingresos por valor de 3.700 millones de euros -lo que se reflejaría en un superávit primario del 1,5%-. Parte de la recaudación procedería de las auditorías sobre las cuentas de griegos en el extranjero, de la reestructuración de las deudas con el Estado y del combate de distintos tipos de fraude. Las arcas públicas ingresarían otros 550 millones de la concesión de licencias de juego 'on line' y frecuencias digitales.

PRIVATIZACIONES

Por otra parte, se prevé que la privatización del puerto de El Pireo, de 14 aeropuertos regionales y de las carreras de caballos arroje beneficios de 1.500 millones de euros. Entre las reformas estructurales destacan la eliminación de exenciones fiscales y la limitación de las jubilaciones anticipadas.

Por el momento, sin embargo, las propuestas helenas no han satisfecho las expectativas de sus socios europeos, que las consideran poco específicas, decantándose por las subidas de impuestos y un recorte del gasto público.