La gente come hojas de los árboles para sobrevivir en Madaya

Hambre en Madaya.

Hambre en Madaya. / NM**CAI** DV**CAI**

EL PERIÓDICO / BARCELONA

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La localidad siria de Madaya, sitiada por el Ejército desde el pasado julio, espera la entrada de ayuda después de que el régimen de Damasco haya autorizado el acceso de la ONU. Unas 42.000 personas están atrapadas y corren el riesgo de morir de hambre. Según Médicos Sin Fronteras (MSF), en diciembre fallecieron 23 personas -seis de ellas bebés menores de un mes y cinco personas mayores de 60 años- en el centro sanitario que la organización apoya.

La situación es dramática en esta localidad cercana a la frontera con El Líbano. En una conversación por internet, el activista Nasir Ibrahi ha explicado a Efe que la gente se está comiendo las hojas de los árboles para sobrevivir. Solo los más afortunados pueden comprar arroz con el dinero que les mandan sus familiares desde el exterior en los puestos de control gubernamentales. Pero en esos puntos, el kilo de arroz puede casi 200 euros y la leche en polvo, casi  400.

El coordinador regional de comunicaciones de MSF, Sam Taylor. ha calificado la situación en la ciudad de "extremadamente delicada" y ha asegurado que hay "250 casos graves de malnutrición". Personas, según dijo, que necesitam "ser evacuados inmediatamente".Taylor ha pedido que se levante de inmediato el cerco militar a Madaya.

El Observatorio Sirio de los Derechos Humanos (OSDH), por su lado, ha informado de la muerte de trece personas por la explosión de una mina o por disparos de francotiradores, apostados en lugares estratégicos de salida de la ciudad. Los fallecidos pretendían romper el cerco y salir en busca de comida. "Es un ejemplo claro de las consecuencias que provoca el uso del cerco de una ciudad como estrategia militar", ha dicho en un comunicado el director de Operaciones de MSF, Brice de le Vingne. 

Bajo cero sin calefacción

La lucha por la supervivencia es diaria a temperaturas bajo cero y sin electricidad ni combustible para alimentar las estufas. Quemar maderas es la única calefacción disponible. Agua sí hay "porque la ciudad está cubierta de nieve", según el activista. 

Las medicinas también faltan en Madaya, donde tan solo queda un hospital de campaña "con muy poco instrumental y recursos", apunta Ibarhi. Save The Children ha asegurado que además de casos de desnutrición severa, han aumentado los casos de hepatitis A y de enfermedades de la piel.

Desde octubre no entran ni alimentos ni medicinas ni combustible a la asediada Madaya, pese a que la ONU ha pedido varias veces  poder acceder. Los habitantes carecen libertad de movimiento, y los puestos de control, minas terrestres y francotiradores rodean la ciudad, según Save The Children. La oenegé denuncia que la comida se esté utilizando como arma de guerra en Madaya y otras ciudades sitiadas.

En un comunicado conjunto, la máxima responsable de la diplomacia de la Unión Europea, Federica Mogherini, y el comisario europeo de Ayuda Humanitaria y Gestión de Crisis, Christos Stylianides, han saludado la decisión de Damasco de permitir el acceso de ayuda humanitaria a Madaya y han dicho que esperan que la medida se extienda a otras ciudades sitiadas por cualquiera de las partes en conflicto.

Según datos de la ONU, 4,5 millones de personas residen en zonas de difícil acceso en Siria. De ellas 400.000 se encuentran  en áreas asediadas. La organización denuncia que durante el año pasado solo el 10% de las peticiones de ayuda humanitaria que realizó fueron atendidas. Además de Malaya, Naciones Unidas tiene el permiso de las autoridades sirias par acceder a las poblaciones de Fua y Kefraya. La guerra en Siria ha acabado con la vida de más de 250.000 personas, en cinco años de conflicto armado.