Gellert Tamas: «Nunca pensé que podría ocurrir aquí»

Gellert Tamas, escritor y periodista sueco, escribió en el 2002El asesino del láser, crónica real de un asesino en serie que aterrorizó Estocolmo en los 90 al atentar contra 11 inmigrantes con un fusil con mira láser. La novela, con el trasfondo del auge de la ultraderecha y la xenofobia en Escandinavia, parece recuperar estos días toda su vigencia.

-¿Le han sorprendido los atentados de Oslo?

-Me han impactado como a todo el mundo, especialmente por su magnitud. En el pasado hemos sufrido ataques no solo en Noruega, sino también en Suecia, inspirados por la extrema derecha, pero nunca a una escala como esta.

-¿Imaginó alguna vez que algo así podría ocurrir en Escandinavia?

-No, nunca lo pensé. Me sorprendió al tratarse de un atentado comparable al de Oklahoma, por sus conexiones ideológicas. En Suecia hemos padecido tiroteos por razones ideológicas. El año pasado hubo un homicidio y una quincena de ataques, pero no a este nivel.

-¿Cree realmente que el autor actuó solo, sin ayuda de cómplices?

-Es difícil decirlo, podría haber recibido ayuda de otras personas, aunque si pensamos en casos anteriores, siempre han sido atacantes solitarios. No podemos especular, se trata de un atentado sin precedentes.

-Behring militó en el xenófobo Partido del Progreso (Prp). ¿Tiene algún tipo de responsabilidad esta formación en los atentados?

-Creo que esto sería decir demasiado. No tiene responsabilidad directa en ellos, pero sí en crear un ambiente hostil que puede inspirar y espolear a individuos como Behring. Aunque el Prp no es de los más peligrosos. En Suecia tenemos partidos mucho más xenófobos, con una retórica totalmente contraria a los musulmanes y a los inmigrantes.

-Europol enviará a 50 expertos antiterroristas a Escandinavia. ¿Prevé más atentados así en el futuro?

-Es muy difícil saberlo. Hay que estar alerta y analizar con detalle las amenazas. Debemos ser más sofisticados en la investigación. Es fácil culpar siempre a los islamistas. En cambio, hay que ser conscientes de que existe un riesgo real de atentados de grupos de ultraderecha.

-¿Cómo se debe combatir el discurso contra los inmigrantes?

-A diferentes niveles. Debemos ser muy conscientes de lo que se dice en los medios. Pueden crear debates, sentimientos y estados de ánimo contra ciertos grupos. Y el sistema judicial debe reaccionar a cualquier incitación a la violencia.