Cumbre de las potencias mundiales

El G-7 apuesta por el diálogo con Rusia y deja de lado las sanciones

El G-7 apuesta por el diálogo con Rusia sin enterrar las sanciones_MEDIA_1

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ELISEO OLIVERAS
BRUSELAS

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La cumbre del Grupo de los Siete países más industrializados (G-7) apostó anoche por el diálogo con Rusia y por una solución diplomática a la crisis ucraniana. El G-7 siguió blandiendo la amenaza de adoptar sanciones económicas si Moscú no deja de intentar desestabilizar ese país, pero con menos dureza de la que deseaba Washington y como una posibilidad muy lejana. La UE impuso su criterio de que la celebración de las elecciones presidenciales en Ucrania ya había supuesto por parte de Rusia un gesto para frenar la escalada.

Los líderes de EEUU, Alemania, Francia, Gran Bretaña, Italia, Japón y Canadá, reunidos durante dos días en Bruselas, reclamaron a Moscú que «ejerza su influencia sobre  los rebeldes separatistas del este de Ucrania para que depongan las armas», que «detenga el flujo de armas y milicianos a través de la frontera» y que «acelere la retirada de las tropas rusas» desplegadas desde hace meses a lo largo de la frontera oriental ucraniana. La OTAN confirmó ayer que la mayoría de esas tropas rusas han comenzado a retirarse.

EN BRUSELAS Y NO EN SOCHI / La cumbre del G-7 se ha celebrado en Bruselas sin Rusia, en lugar de la planeada del Grupo de los Ocho en Sochi (Rusia), como represalia por la intervención de Moscú en Ucrania y la anexión rusa de Crimea. La Unión Europea (UE), que es miembro del G-7 y del G-8, actuó como anfitrión de la reunión. Esta es la primera cumbre formal del G-7 desde 1997, en que se constituyó el G-8 con la incorporación de Rusia. Los líderes del G-7 decidieron en marzo suspender temporalmente la participación de Rusia en el G-8 mientras no vuelva a respetar el derecho internacional.

Los líderes del G-7 coincidieron en que la reciente elección del nuevo presidente de Ucrania, Petro Poroshenko, ofrece la oportunidad de establecer un diálogo directo entre Kiev y Moscú para resolver la crisis. La cancillera alemana, Angela Merkel, señaló que ese diálogo podría abrise mañana, 6 de junio, en Normandía (Francia) durante los actos de conmemoración del 70º aniversario del desembarco aliado en Europa durante la segunda guerra mundial, en los que coincidirán Poroshenko y el presidente ruso, Vladímir Putin.

Merkel, que se reunirá hoy en Berlín con Poroshenko, y mañana con Putin en Normandía, señaló que el mensaje que se transmitirá es que  «queremos resolver el problema». Merkel indicó que tras la celebración de las elecciones presidenciales en Ucrania, ahora hay que «abordar los problemas de las regiones del este de Ucrania con Putin».

En esa línea, el presidente francés, François Hollande, subrayó que «debe hacerse todo lo posible» para que pueda producirse un descenso de la tensión en la crisis ucraniana y que «los actos de Normandía pueden ayudar a promover la paz».

El G-7 expresó su total respaldo a Poroshenko, reiteró su defensa de la soberanía y la integridad territorial de Ucrania y volvió a condenar la intervención rusa y su anexión ilegal de Crimea. La cumbre también reclamó a las autoridades ucranianas que realicen  un «diálogo nacional inclusivo» y que la reforma constitucional «dé cabida a los derechos y aspiraciones de todos los pueblos en todas las regiones de Ucrania».

CONFERENCIA DE DONANTES / El G-7 prometió asistencia financiera a Ucrania para estabilizar su economía y facilitar las «difíciles» reformas que debe acometer. La UE anunció que organizará en julio una reunión de coordinación sobre la ayuda a Ucrania, de cara a una conferencia de donantes antes de fin de año.

El presidente norteamericano, Barack Obama, criticó con dureza a Moscú en un discurso previo en Varsovia. Obama acusó a Rusia de realizar «oscuras maniobras» propias del siglo pasado para socavar la estabilidad de Ucrania. «No aceptaremos nunca la ocupación de Crimea por Rusia, ni la violación de la soberanía de Ucrania», aseguró Obama.