DIFERENCIAS CON CHERNOBIL

Fukushima y Chernóbil, separadas por un cofre de hormigón

El edificio de contención que rodea el material radiactivo ha evitado por el momento una catástrofe todavía mayor

Nube de humo visible en la central nuclear de Fukushima, el lunes 14 de marzo.

Nube de humo visible en la central nuclear de Fukushima, el lunes 14 de marzo. / yh

EDUARDO LÓPEZ ALONSO / Barcelona

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El terremoto de Japón está poniendo a prueba la tecnología nuclear actual. Desde los lobis nucleares, que incluso habían incrementado su presión pública en los últimos años, se insiste en que el caso de la nuclear de Fukushima no tiene nada que ver con el accidente de Chernóbil, de 1986. Distintas tecnologías separan ambos accidentes nucleares, además de decenas de años. La principal diferencia entre ambas instalaciones de generación de energía es que Chernóbil no disponía de un cofre de hormigón armado alrededor del reactor nuclear. Fukushima si dispone de él. Gracias a ello, la elevación de la temperatura del núcleo radiactivo y las explosiones que se han producido no han desembocado en una catástrofe.

El funcionamiento

Una central nuclear es una instalación industrial empleada para la generación de energía eléctrica a partir de energía nuclear, que se caracteriza por el empleo de materiales fisionables que mediante reacciones nucleares proporcionan calor. Este calor es empleado por un ciclo termodinámico convencional para mover un alternador y producir energía eléctrica. Las centrales, y las japonesas también, constan de uno o varios reactores, que son contenedores (llamados habitualmente vasijas) en cuyo interior se albergan varillas u otras configuraciones geométricas de minerales con algún elemento que puede fisionarse, usualmente uranio, y en algunos combustibles también plutonio, generado a partir de la activación del uranio. En el proceso de fisión radiactiva, se establece una reacción que es sostenida y moderada mediante el empleo de elementos auxiliares dependientes del tipo de tecnología empleada. Muchos de ellos se refigeran mediante agua, otros mediante grafito, por gas, e incluso mediante metales líquidos.

El edificio de contención

El edificio de contención de la radiación de una central nuclear, en su utilización más habitual, se compone de una estructura de hormigón, acero o una combinación de ambos. Está diseñado para que, en el caso de una emergencia similar a la de Fukushima, contenga un escape de gases radiactivos aunque alcancen presiones de hasta 14 atmósferas. Esa contención es la última barrera de un escape radiactivo, siendo la primera barrera la propia cerámica de la que está construido el combustible, la segunda las vainas metálicas que revisten este combustible y la tercera la vasija del reactor y el sistema de refrigeración.

Los técnicos de la central de Fukushima han decidido enfriar el reactor afectado por un alza de la temperatura mediante agua de mar. La decisión supondrá el cierre de la planta porque el agua de mar corroerá las vainas metálicas que revisten el combustible, pero debería evitar que una elevación exagerada de la temperatura causase una explosión que enviase materia radiactiva potente al espacio. Para compensar las elevadas presiones que se están produciendo dentro de la vasija, de manera voluntaria los técnicos han decidido permitir salidas de vapor con material radiactivo relativamente poco cargado de partículas activas al exterior. Dadas las condiciones meteorogógicas en la zona, las emisiones se dirigen a alta mar. 

Contaminación

El objetivo en estos momentos y durante las próximas semanas será mantener intactos los recipientes de contención de la nuclear de Fukushima, operativa desde hace 40 años. Se han evacuado de la zona unas 200.000 personas de un radio de unos 20 kilómetros alrededor de la planta. La explosión sufrida el sábado no fue nuclear sino química, causada por una acumulación de hidrógeno. Las emisiones radiactivas al exterior se han producido y ya han afectado a las personas. Un total de 17 miembros de un equipo militar de EEUU que colaboraba con helicópteros en las labores de asistencia en la provincia de Miyagi, una de las más afectadas por el seísmo, han dado positivo en controles de radiación. Según los militares de EEUU, el origen de esa radiactividad habría sido la columna de humo proveniente de la central, que contaminó al personal de tres helicópteros con un nivel bajo, equivalente a la radiación ambiental que se acumularía en un mes.