La fuerza aérea yihadista

¿Puede el Estado Islámico (EI) desarrollar una fuerza militar aérea? Esta pregunta se hicieron numerosos analistas cuando los yihadistas conquistaron, a finales de agosto, la base de Tabqa, perteneciente a las Fuerzas Aéreas del régimen sirio y se hicieron públicas fotos de yihadistas subidos a la cabina de un caza ondeando su negra enseña. La respuesta era, entonces, que esa pesadilla quedaba muy lejos, por la falta de personal militar capaz de manejar los aparatos capturados.

Sin embargo, el Observatorio Sirio de Derechos Humanos (OSDH) advertía ayer sobre un hecho inquietante: "La gente que viven en las áreas cercanas a la base aérea de Al Yarrah (al este de Alepo) han informado al OSDH de que han visto un avión militar despegando de esta base y volando a baja altitud sobre el área. Merece la pena recordar que no es la primera vez que la gente ve un aparato aéreo volando a baja altitud después de despegar de Al Yarrah".

Según el Observatorio, el EI dispone en Al Yarrah de tres cazas que «pueden volar y maniobrar» y se cree que son modelos MiG-21 y MiG-23, de fabricación soviética y al menos 20 años de antigüedad. El OSDH sostiene que oficiales del antiguo Ejército iraquí de Sadam Husein «han supervisado el entrenamiento de varios militantes para que sean capaces de dirigir estos aparatos».

La base de Al Yarrah, hasta su captura por el EI, estaba controlada por el batallón islamista Yaish al Islam, encuadrado dentro de los rebeldes sirios y apoyado por Arabia Saudí. En algunos de sus vídeos se les podía ver manejando dos cazas L-39AZ, de factura checoslovaca, aunque se desconoce si, antes de perder la base a manos del EI, lograron dejarlos inoperativos.

OSDH de que han visto un avión militar despegando de esta base y volando a baja altitud sobre el área. Merece la pena recordar que no es la primera vez que la gente ve un aparato aéreo volando a baja altitud después de despegar de Al Yarrah».

Los misiles

Además de Al Yarrah y Tabqa, los yihadistas controlan la base aérea de Albu Kamal, cerca de la frontera con Irak. En Tabqa, los yihadistas capturaron 23 cazas MiG-21, aunque se cree que solo siete son utilizables. Más importante es un depósito de misiles aire-aire R-3S que pueden ser utilizados como munición para los cazas.

«No tenemos constancia de que el EI esté llevando a cabo operaciones aéreas en Siria o en cualquier otro lado», explicó el portavoz del Comando Central de EEUU, Patrick Ryder, citado por Reuters, aunque concedió que su país continuará vigilando «la actividad del EI en Siria e Irak» y seguirá efectuando «ataques aéreos contra el equipamiento, las instalaciones, los combatientes» del EI «estén donde estén».

Aunque muchos de los rebeldes sirios no están de acuerdo con la campaña de bombardeos aéreos de la coalición liderada por Washington, lo cierto es que sí está teniendo impacto en las fuerzas del EI, lo que podría explicar por qué los yihadistas están buscando construir cierta capacidad aérea. Esta semana, ha habido al menos 60 bombardeos aliados en la ciudad sitiada de Kobani y han sido altamente efectivos, pues hay indicios de que las milicias kurdas YPG y EEUU han establecido canales de comunicación para que las primeras puedan señalar los objetivos a bombardear.

Esto ha permitido a los kurdos ganar terreno y, según uno de los dos comandantes de la defensa kurda, Mahmud Bharkoda, «se está avanzando paso a paso hacia la victoria». De acuerdo al mando de las tropas de EEUU en Oriente Próximo, también en Irak los bombardeos están permitiendo al Ejército iraquí y los peshmerga kurdos recuperar el terreno perdido.