El frío y la lluvia agravan el calvario de los asilados

La oenegés piden tiendas térmicas para evitar muertes por hipotermia

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Si en verano las condiciones de su viaje ya eran penosas, la llegada del mal tiempo propio del otoño ha convertido en un auténtico infierno el periplo a través del este de Europa de miles de refugiados. Prueba de ello son los 3.000 refugiados, muchos de ellos niños, que bajo la lluvia y un frío cada vez más intenso están bloqueados en territorio serbio a la espera de pasar a Croacia. A última hora de anoche, las autoridades de Zagreb aliviaron un tanto la situación al abrir uno de los pasos a cientos de esas personas varadas.

Tanto se deterioró ayer la situación que Peter Bouckaert, director de emergencia de Human Rights Watch, puso sobre la mesa la necesidad de instalar en la ruta de los refugiados, sobre todo en las costas de Grecia, «tiendas climatizadas para evitar la hipotermia; de lo contrario la gente acabará muriendo de frío».

Los inmigrantes se han acumulado en la frontera de Croacia tras cerrarse la posibilidad de paso a través de Hungría, que logró sellar su línea fronteriza con Serbia. Además, los refugiados ven como Eslovenia, el país que por fuerza han de cruzar tras atravesar Croacia, ha limitado el paso a través de su frontera a 2.500 personas al día, quedándose muchos cientos al otro lado de la línea. Eso cierres sucesivos están provocando que miles de refugiados estén varados en distintos puntos fronterizos y a merced de las inclemencias del tiempo.

Melita Sunjic, portavoz de la Agencia de Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR), señaló que los refugiados bloqueados en Serbia se concentran en la localidad de Sid y destacó que entre ellos hay mujeres, niños y ancianos que esperan durante horas, algunos durante toda la noche, para pasar a Croacia.

Sunjic alertó de las malas condiciones de esos campamentos improvisados de inmigrantes. Los refugiados están a merced del frío y la lluvia y no hay iluminación. Durante la noche del domingo un niño se perdió de su madre y varias personas sufrieron desmayos. Ante ello, la ACNUR está reforzando el envío de comida y bebidas a la zona, indicó Sunjic.

El mal tiempo ha hecho que crezca el flujo de refugiados, pues muchos creen que se les agota el tiempo de pasar a Europa antes de que la meteorología lo haga imposible. En Serbia fueron registrados el domingo 5.754 peticiones de asilo.