RENUNCIA A LA VILLA PAPAL

Francisco transforma en museo la residencia veraniega de Castelgandolfo

El conjunto completo, que se inaugurará con un concierto de canciones populares chinas, será puesto a disposición de las visitas de peregrinos y turistas

Benedicto XVI, el anterior Papa, durante su retiro en Castelgandolfo, el 8 de noviembre del 2006.

Benedicto XVI, el anterior Papa, durante su retiro en Castelgandolfo, el 8 de noviembre del 2006. / periodico

ROSSEND DOMÈNECH / ROMA

Por qué confiar en El PeriódicoPor qué confiar en El Periódico Por qué confiar en El Periódico

El papa Francisco ha renunciado a su apartamento en la villa papal veraniega de Castelgandolfo, a unos 20 kilómetros de Roma, poniéndola a disposición de las visitas de peregrinos y turistas, según anticipan varios diarios italianos.

El conjunto completo será inaugurado el próximo viernes, con un concierto de canciones populares chinas, ofrecido por un coro de aquel país. Se trata de uno más de los pequeños símbolos que en los últimos meses se han producido sobre el acercamiento entre el Vaticano Pekín, que no mantienen relaciones diplomáticas desde los años 50. “La belleza nos une”, se titula el espectáculo.

Jorge Bergoglio no ha utilizado jamás la villa extraterritorial de Castelgandolfo, transcurriendo los cuatro veranos que median desde su elección (2013) en la canícula del Vaticano. Tras ser elegido también había renunciado a vivir en el apartamiento pontificio del Vaticano, aduciendo que quería “estar entre la gente” y que allá arriba se habría sentido aislado.

La villa de Castelgandolfo, que cuenta con una factoría de animales y huertos para proveer a las necesidades del Vaticano, además de un observatorio astronómico y una piscina, era residencia papal veraniega desde el siglo XVII. Ahora será toda ella un museo a disposición de turistas y peregrinos, a pesar del desencanto que la decisión ha provocado entre los habitantes del lugar, por las numerosas visitas que recibía el pueblo. Las tradicionales audiencias de los miércoles en verano se celebraban allí y no en la plaza de san Pedro. “La esperanza es la última en morir”, ha dicho Silvia Monachesi, alcaldesa de Castelgandolfo, que incluso ha escrito una carta al Papa para que vaya de vez en cuando, aunque conociendo la determinación de Bergoglio es probable que deba esperar a que su sucesor cambie de idea.

RETIRO DE BENEDICTO XVI

Francisco ya había abierto la villa a las visitas de los turistas, a excepción de la zona donde se encuentra el apartamento papal. El último que lo utilizó fue Benedicto XVI, quien se retiró a Castelgandolfo en febrero del 2013 tras presentar su histórica renuncia. Sucesivamente el mismo Papa lo ha frecuentado para transcurrir allí unos días del verano, o para un encuentro que anualmente celebra con sus exalumnos.

La habitación de los Papas en el apartamento fue tristemente famosa durante la segunda guerra mundial, ya que tras el desembarco de los aliados en Italia y la refriega que hubo en la región, los habitantes del pueblo se refugiaron en la villa y numerosas mujeres embarazadas parieron en aquella cama. A los bebés les llamaron “los hijos del Papa”.

ENCUENTRO CON BERGOGLIO

Otro momento histórico inmortalizado por las televisiones fue el del encuentro entre el dimitido Benedicto XVI y el recién elegido Jorge Bergoglio, mientras hablaban en voz baja manteniendo entre ellos una gran caja de cartón con los expedientes que Joseph Ratzinger había recogido sobre el llamado 'Vatileaks', una filtración de sus documentos personales, que entregaba al nuevo Papa.

Todos los Papas anteriores había usado la villa durante los veranos, cada uno a su manera y aportando cambios. Pío XI creó la granja con gallinas y vacas de leche y Juan Pablo II dejó que los polacos le regalesen una piscina para hacer ejercicio físico después del atentado de 1981. A quienes le reprocharon que una piscina era un lujo, respondió: “Cuesta menos una piscina que hacer un nuevo Papa”.