ARTEFACTO BRITÁNICO

Fráncfort desactiva una gran bomba de la segunda guerra mundial

Más de 60.000 personas han tenido que ser evacuadas de la ciudad en una operación que se ha complicado y retrasado más de lo esperado

la bomba desactivada en Fráncfort

la bomba desactivada en Fráncfort / periodico

Carles Planas Bou / Berlín

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Este domingo no ha sido un día de descanso para los ciudadanos de Fráncfort. La capital económica de Alemania ha cerrado el fin de semana con tensión después de que las autoridades anunciasen el jueves el descubrimiento de una potente bomba británica de la segunda guerra mundial de hasta 1,8 toneladas soterrada en sus calles. Así, más de 60.000 personas han tenido que ser desalojadas de sus casas en una operación que se ha complicado más de lo esperado y que se ha convertido en el mayor desalojo en el país desde 1945.

Como han asegurado los bomberos y la policía local, los tres detonantes de la bomba han sido desactivados pero en dos de los casos no se ha podido remover el aire explosivo que contienen. Eso ha forzado a los cuerpos de seguridad a tener que detonar las dos cápsulas por separado. “Esto es tan peligroso como desactivar los detonantes”, ha asegurado el presidente de la policía local, Gerhard Bereswill. El artefacto tiene hasta 1,4 toneladas de material explosivo.

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Este problema ha hecho que toda la operación haya sido mucho más lenta. Durante la tarde se ha tenido que desalojar otra área de la ciudad y, tras la negativa de uno de los vecinos, la policía ha tenido que detenerle para facilitar así que el proceso de desactivación empezase a las 14:30, con más de dos horas y media de retraso. Ahora se estudiará si este individuo ha cometido un delito al retrasar la operación. Según ha asegurado el bombero Reinhold Ries en declaraciones al diario ‘Frankfurter Allgemeine’, la mayor parte de la población desalojada no podrá regresar a sus casas hasta medianoche.

El desalojo ha afectado a sitios emblemáticos de Francfort como la sede del Bundesbank, el Teatro de la Ópera o la Universidad Göethe además de hospitales y apartamentos residenciales. La operación de desactivación también ha dejado ver la cara más simpática y amable de los ciudadanos. Así, los museos han abierto las puertas de forma gratuita, algunos hoteles han rebajado el precio a sus clientes e incluso ha habido bares y locales que han regalado comida y cervezas.