La francesa que ayudó "por amor" a un iraní a llegar al Reino Unido de forma ilegal, declarada culpable pero eximida de pena

El tribunal reconoce que la mujer no se lucró con la travesía

Beatrice Huret posa junto al libro que ha escrito para contar su historia de amor con un refugiado iraní.

Beatrice Huret posa junto al libro que ha escrito para contar su historia de amor con un refugiado iraní. / periodico

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Béatrice Huret, una residente en Calais (norte de Francia) que ayudó por amor a un inmigrante iraní a cruzar ilegalmente al Reino Unido en barco, ha sido declarada culpable este martes por un tribunal de Boulogne-sur-mer, aunque ha sido eximida de pena.

Huret, cuya historia ha inspirado el libro  'Calais mon amour', publicado el mes pasado, era juzgada por "ayuda a la entrada, a la circulación o a la estancia irregular de uun extranjero en Francia en banda organizada", pero esta última circunstancia agravante no ha sido considerada por el tribunal. Una vez eximida de pena, se reunirá próximamente en el Reino Unido con su enamorado, que ha obtenido un permiso de trabajo. 

El caso de Huret, de 44 años, formadora de adultos en paro, viuda de un policía y que había sido votante del ultraderechista Frente Nacional, llamó la atención de los medios franceses por el hecho de haber justificado su acción por "estar enamorada" de Mojtar, un iraní de 36 años al que conoció en el 2016 en el campamento de Calais, en el que era voluntaria.

ELLA COMPRÓ LA BARCA

En su comparecencia ante el tribunal, ha aclarado que no hizo negocio al pasar clandestinamente a inmigrantes, sino que accedió "por amor" a ayudar a Mojtar, de 37 años, profesor de farsi. Huret ha asegurado que compró la barca de la travesía con 1.000 euros enviados por la familia de Mojtar.

La mujer ha alegado además que si fuese una traficante de inmigrantes habría metido a seis o 12 personas en una barca de seis plazas, en el que finalmente viajaron tres, entre ellas Mokhtar. "La solidaridad es loable, pero no a cualquier precio", ha considerado la Fiscalía, que ha reconocido que Huret "no recibió ninguna remuneración" por la travesía. 

Nada más conocerse la sentencia, Huret ha llamado por teléfono a Mojtar, que vive actualmente en Sheffield (norte de Inglaterra), para darle la buena noticia. "Se ha puesto a llorar. Es un alivio para los dos", ha explicado la mujer a AFP. "Si tuviera que volver a hacerlo, por Mojtar, lo volvería a hacer", había declarado ante el tribunal.