El expresidente egipcio Hosni Mubarak, en libertad tras seis años de reclusión

Un tribunal lo absolvió a principios de mes de complicidad en el asesinato de 239 manifestantes en el transcurso de la primavera árabe

Mubarak saluda desde el Hospital Militar Maadi donde ha estado recluido, en octubre del 2016.

Mubarak saluda desde el Hospital Militar Maadi donde ha estado recluido, en octubre del 2016. / periodico

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El expresidente egipcio Hosni Mubarak ha quedado este viernes en libertad después de haber estado retenido casi seis años desde que fue derrocado por las protestas populares del 2011, lo que para muchos simboliza el fin de la revolución y sus demandas de justicia social.

La libertad del 'faraón', que gobernó Egipto con puño de hierro durante 30 años (1981-2011), llega después de su absolución a principios de mes por su presunta implicación en la muerte de 239 manifestantes durante las protestas que acabaron con su mandato entre enero y febrero del 2011, en .el marco de la denominada primavera árabe. La Fiscalía General ordenó el pasado día 13 la excarcelación de Mubarak, al considerar que ya había cumplido la condena –dictada en mayo del 2015 y confirmada en enero del 2016– a tres años de prisión por apropiación de fondos públicos.

PRISIÓN PREVENTIVA

El dictador estaba en prisión preventiva desde abril del 2011, cuando fue detenido por las autoridades egipcias en medio de la euforia postrevolucionaria. En todo este tiempo, pasó breves temporadas en la cárcel de Tora, a las afueras de El Cairo, pero su delicado estado de salud y su avanzada edad (88 años), así como una opinión pública cada vez menos hostil al derrocado y odiado presidente, permitieron su 'retiro' en el Hospital de las Fuerzas Armadas, donde gozaba de un régimen privilegiado.

De allí se ha dirigido este viernes a su residencia en el barrio de Heliopolis, que de hecho es el palacete donde residía cuando era presidente del país y que su mujer, Suzanne Mubarak, supuestamente adquirió al Estado egipcio en el 2002, en una transacción poco limpia, según una investigación del diario egipcio 'Mada Masr'.

FIN DE UN CICLO

La ex primera dama, de 76 años, llegó a un acuerdo con la justicia poco después de la caída en desgracia de su esposo y aceptó devolver al Estado más de 3 millones de dólares y la villa de Heliopolis, a cambio de su libertad. Según 'Mada Masr', nunca entregó ese monto ni el palacete, en el que siguió residiendo y adonde hoy regresó Mubarak, cerrando así un ciclo de la historia reciente de Egipto.

En los últimos años, desde el golpe de Estado del 2013 encabezado por el actual presidente Abdelfatá al Sisi, los activistas y movimientos que se levantaron contra Mubarak han sufrido una brutal persecución y miles de jóvenes han acabado en la cárcel, incluidas las caras conocidas de la revuelta del 2011. Los revolucionarios y oenegés locales e internacionales han denunciado el regreso a la dictadura en Egipto e, incluso, una mayor represión –con arrestos arbitrarios, torturas y desapariciones forzosas– bajo el Gobierno de Sisi.

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