ALARMA SOCIAL EN UN PAÍS DE AMÉRICA LATINA

La explosión de otra bomba causa un muerto en Chile

La víctima trataba de manipular el artefacto, de fabricación casera

ABEL GILBERT / Buenos Aires

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Sergio Guillermo Landskrom Silva caminaba sigilosamente por el centro de Santiago la madrugada de ayer. Llevaba una bomba de fabricación casera y una misión desconocida. El artefacto estalló en la intersección de las calles Erasmo Escala y García Reyes, no muy lejos de la sede del poder ejecutivo. El cuerpo de Landskrom quedó envuelto en llamas. Un grupo de carabineros apagó el fuego con un extintor y llevó al herido al hospital, donde falleció dos horas más tarde. Por la mañana, el Gobierno se vio obligado otra vez a llamar a la población a la calma.

Los chilenos todavía están sensibilizados por el atentado de hace dos semanas en el metro capitalino, que provocó 14 heridos. Hace ocho días, la fiscalía detuvo a tres jóvenes por su presunta participación en un hecho calificado de terrorista. Los investigadores del bombazo de ayer aseguraron que el artefacto «no es del todo similar» al utilizado en el metro pero «tiene algunos componentes que también se repiten».

VIVIR EN PAZ

La presidenta Michelle Bachelet enfatizó que «nada va a alterar la necesidad de nuestros compatriotas de vivir en paz y tranquilidad», y que las autoridades seguirán tomando «todas las medidas preventivas que se puedan» para lograrlo. El Gobierno parece decidido a ir hasta el fondo de un problema que, en principio, comprometería a grupos anarquistas, aunque no se descartan por otras hipótesis que conduzcan a elementos de extrema derecha.

El ministro del Interior, Rodrigo Peñailillo, anunció que no solo se tratará de dilucidar los recientes atentados. sino lo que ha sucedido la última década, en la que se ha registrado 300 episodios de la misma naturaleza. De ese total, 144 tuvieron lugar bajo la presidencia de Sebastián Piñera. «No vamos a descansar», dijo el ministro sobre la necesidad de esclarecer lo sucedido.

En mayo de 2009, durante la primera presidencia de Bachelet, murió un joven anarquista, Mauricio Morales, cuando se disponía a detonar un artefacto artesanal. Dos años más tarde, Luciano Pitronello, sufrió graves lesiones al estallar una bomba que iba a colocar en una sucursal bancaria. Peñailillo informó que la semana que viene viajará a Madrid para conocer en detalle el trabajo de la policía española en la lucha antiterrorista.