SECUELAS DEL SALVAMENTO FINANCIERO CHIPRIOTA

El Eurogrupo quiere que el rescate de Chipre sirva de modelo futuro

Niños chipriotas, ayer, con pancartas en las que se lee «Chipre no está en venta».

Niños chipriotas, ayer, con pancartas en las que se lee «Chipre no está en venta».

ELISEO OLIVERAS
BRUSELAS

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El presidente del Eurogrupo, Jeroen Dijsselbloem, planteó ayer que el modelo de rescate bancario de Chipre, con quitas incluso para los grandes depósitos y con la liquidación de una gran entidad en teoría demasiado grande para caer, sea el patrón a usar en futuro. Después de 14 horas de negociaciones, el Eurogrupo llegó en la madrugada de ayer a un acuerdo para prestar 10.000 millones a Chipre, que evita el riesgo de quiebra del país y su salida del euro.

La principal novedad del rescate chipriota es que el saneamiento bancario descansa en la contribución de los accionistas, los titulares de bonos y los clientes con depósitos superiores a los garantizados 100.000 euros de los bancos afectados (Laiki y Chipre), que sufrirán pérdidas muy elevadas. Hasta ahora los rescates bancarios se habían financiado fundamentalmente a base de dinero público, como en el caso español.

CAMBIO DE DOCTRINA / Lejos de la posición oficial mantenida hasta ahora de que Chipre es «un caso único y excepcional», Dijsselbloem declaró a la agencia Reuters y al diario Financial Times, que a partir de ahora se avanzará en la línea del rescate bancario por la propia entidad a costa incluso de los depósitos por encima de los 100.000 euros.

«Si hay un riesgo en un banco, nuestra primera pregunta debe ser: ¿Qué va a hacer el banco? ¿Cómo piensa recapitalizarse a sí mismo? Si el banco no puede hacerlo, entonces hablamos con los accionistas y los titulares de bonos y les pedimos que contribuyan a recapitalizar el banco y, si es necesario, también a los clientes de los depósitos no garantizados», afirmó Dijsselbloem.

«Ahora vamos a proseguir en la senda del autorrescate. Loa bancos deben básicamente salvarse a si mismos o como mínimo reestructurarse y recapitalizarse a si mismo tanto como sea posible», insistió Dijsselbloem. «Si un banco se mete en apuros, que no espere que automáticamente vamos a llegar y solucionarle el problema. Será él quien deberá resolver el problema», añadió.

Esas declaraciones, al sembrar dudas sobre la seguridad de las inversiones bancarias en la eurozona, invirtieron las tendencias alcistas de las bolsas tras el alivio inicial por el acuerdo del rescate y penalizaron la prima de riesgo de los países más débiles, como España e Italia. La bolsa española cerró con un descenso del 2,27%. La prima de riesgo, que había bajado por debajo de los 340 puntos básicos respecto al bono alemán, volvió a subir por encima de los 360 puntos.

MATIZACIÓN DE DIJSSELBLOEM / Ante el revuelo creado, el presidente del Eurogrupo se vio obligado a emitir un comunicado oficial al final de la tarde en que el insistió en que Chipre es «un caso específico», cuyos «excepcionales desafíos» requirieron las medidas de reestructuración bancaria a cargo de los accionistas, bonistas y clientes con grandes depósitos acordadas ayer. «Los programas de rescate se hacen a la medida de cada país y no se usan modelos o patrones», subrayó Dijsselbloem en el comunicado.

Tras el acuerdo sobre el plan de rescate, el Banco Central Europeo (BCE) anunció que reanudará hoy la ayuda de liquidez de emergencia al Banco de Chipre, que había amenazado con cortar si el Gobierno no aceptaba el rescate, pero no para el Laiki, que será liquidado de forma ordenada de inmediato.

Todos los bancos de Chipre reabrirán hoy sus puertas tras 10 días de cierre, salvo las dos principales entidades del país que están afectadas por el plan de reestructuración: el Laiki y el Banco de Chipre. La apertura de las oficinas de ambas entidades se retrasará hasta el 28 de marzo para dar tiempo a adoptar las primeras medidas del rescate, mientras tanto las retiradas de efectivo en los cajeros automáticos de estas entidades seguirá limitada a 100 y 120 euros diarios, respectivamente.

El presidente de Chipre, Nikos Anastasiadis, anunció anoche que esa apertura de los bancos irá acompañada de «restricciones temporales» en los movimientos de capital, que se relajarán progresivamente, para evitar una fuga masiva de fondos de la isla que pondría en peligro el propio sistema financiero.

Los depósitos de más de 100.000 euros del Banco Laiki y del Banco de Chipre quedarán temporalmente congelados. Los primeros hasta la liquidación de la entidad y los segundos hasta la conversión de parte de esos depósitos en acciones del Banco de Chipre hasta que la entidad alcance un ratio de capital del 9%.