REUNIÓN DE MINISTROS DE ECONOMÍA Y FINANZAS

El Eurogrupo desbloquea un balón de oxígeno de 10.300 millones para Grecia

El FMI y Berlín vuelve a chocar sobre la reestructuración de la deuda pero pactan un calendario para aliviar a Atenas

El comisario de Asuntos Económica, Pierre Moscovici (izqueirda), habla con el ministro griego de Finanzas, Euclides Tsakalotos, el martes en Bruselas.

El comisario de Asuntos Económica, Pierre Moscovici (izqueirda), habla con el ministro griego de Finanzas, Euclides Tsakalotos, el martes en Bruselas. / jrp

SILVIA MARTÍNEZ / BRUSELAS

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La zona euro necesitaba evitar a toda costa una nueva crisis de deuda en Grecia este verano y tras 11 horas de reunión los ministros de Economía y Finanzas de la Eurozona conseguían cerrar la madrugada del miércoles un acuerdo para desembolsar un nuevo tramo de la ayuda que Atenas necesita para hacer frente a sus compromisos financieros. El acuerdo también sienta las bases para reestructurar una deuda griega que el Fondo Monetario Internacional considera insostenible.

Una vez que concluyan los trámites necesarios y el grupo de trabajo del Eurogrupo verifique que Atenas ha cumplido todas las exigencias previas, el Gobierno de Alexis Tsipras recibirá vía libre para acceder a otros 10.300 millones de euros que se repartirán en varios tramos. El primero, de 7.500 millones llegará a mediados del mes de junio con tiempo para que el Ejecutivo griego pueda abonar los 2.700 millones que deberá entregar en julio al FMI y el Banco Central Europeo y con un colchón suficiente para ir haciendo frente a sus deudas con proveedores.

El resto del dinero, 2.800 millones, llegaría más adelante, “después del verano”, según el director del fondo de rescate de la zona euro, Klaus Regling, y se desembolsará en función del cumplimiento de las metas impuestas en el programa de rescate en relación a las privatizaciones, la gobernanza de la banca, la agencia de recaudación o el sector energético.

RESTRUCTURACIÓN DE LA DEUDA

La segunda pata del trabajado acuerdo es el alivio de la deuda que se comprometieron a examinar en la reunión extraordinaria del 9 de mayo. El FMI exigía una reestruración incondicional de la deuda, que ronda el 180% del PIB y que según las estimaciones del Fondo alcanzará el 250% en 2050, a cambio de entrar en este tercer rescate. Este fue el elementol que más tensión y enfrentamiento generó durante una reunión que terminaba a las dos de la madrugada.

Berlín, uno de los países que consideran 'sine qua non' la participación del Fondo, insistía en que el alivio de la deuda solo podría concederse una vez que Grecia aplique plenamente el programa de rescate, lo que significa a partir de 2018, justo después de las elecciones legislativas que tendrá Alemania en 2017.  Finalmente su ministro de Finanzas, Wolfgang Schauble, conseguía mantener a bordo al organismo que lidera Christine Lagarde con un alivio gradual acorde con sus necesidades. 

El FMI , por su parte, cede y acepta el planteamiento europeo aunque ahora será el consejo de este organismo quien deba determinar oficialmente  si con estas medidas la deuda helena podrá ser sostenible. Su responsable para Europa, Poul Thomsem, destacó especialmente el reconocimiento de todas las partes de que la deuda griega es insostenible y el pacto sobre la metodología para evaluarla. “Todos hemos mostrado flexibilidad y estamos dispuestos a recomendar al directorio este acuerdo político, siempre y cuando el revisado análisis de la sostenibilidad de la deuda sugiera que las medidas sobre la mesa proporcionan el alivio necesario”, destacó.

“El Eurogrupo está de acuerdo en abordar la sostenibilidad de la deuda”, subraya el comunicado final detallando tres tipos de medidas a corto, medio y largo plazo en la línea con la hoja de ruta pactada a principios de mayo. El objetivo del proceso será facilitar el acceso al mercado reemplazando la deuda financiada de forma pública por otra privada, suavizar el perfil de los vencimientos, incentivar el proceso de ajuste y flexibilizar las condiciones de financiación.E

Lo que no habrá, tal y como descartaron ayer algunos ministros, es una quita de la deuda y se mantiene el objetivo de que el superávit griego alcance el 3,5% en 2018 pese a que el FMI lo consideraba imposible de alcanzar. “El FMI es muy experimentado y tenerlo a bordo es un valor añadido. No es una opción continuar sin el FMI”, decía ayer el jefe de filas del Eurogrupo, Jeroen Dijsselbloem

{"zeta-legacy-despiece-horizontal":{"title":"Ampliaci\u00f3n de los plazos","text":"A corto plazo el Eurogrupo se compromete a\u00a0suavizar el perfil de vencimiento\u00a0de la deuda ampliando los plazos medios de 28 a 32 a\u00f1os as\u00ed como a utilizar el fondo de rescate para reducir el riesgo por los tipos de inter\u00e9s. A medio plazo, Grecia recibir\u00eda los beneficios de las operaciones de los bancos centrales con su deuda aunque solo si un nuevo an\u00e1lisis de la sostenibilidad de la deuda determina que son necesarias m\u00e1s medidas. A largo plazo, apoyar\u00edan la creaci\u00f3n de un mecanismo de contingencia similar al adoptado por Atenas de forma que en caso\u00a0de riesgo se activen medidas para aliviar la deuda pero esto solo llegar\u00eda una vez que el programa de rescate est\u00e9 plenamente implementado."}}