CAMBIOS EN ESTRASBURGO

El eurófobo Farage se queda sin grupo en la Eurocámara

Nigel Farage en la sede central de su partido en Inglaterra.

Nigel Farage en la sede central de su partido en Inglaterra.

BEGOÑA ARCE / LONDRES

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Nigel Farage sufrió ayer un considerable revés político y económico, al perder el grupo eurófobo que dirigía en el Parlamento Europeo. La formación Europa de la Libertad y la Democracia Directa (ELDD) quedó disuelta tras la salida de Iveta Grigule, un miembro de Letonia. La dimisión provocó la caída del grupo al no poder contar con representantes de al menos siete países, tal y como exige el funcionamiento de la Eurocámara.

Farage, líder del Partido de la Independencia del Reino Unido (UKIP), estaba al frente del grupo, hasta que la diputada letona decidió pasarse al de los conservadores. El político británico es el más perjudicado con la supresión. El grupo debía recibir cuatro millones de euros en el presupuesto para el 2015, más de 80.000 euros por eurodiputado.

El UKIP cuenta con 24 escaños en la Eurocámara por lo que le correspondían en el reparto dos millones de euros que ahora pierde. La mitad de ese dinero se utiliza en gastos de comunicaciones, algo importante cuando hay unas elecciones generales británicas prevista para la primavera.

FORO TRAMPOLÍN

Además del factor económico, Farage verá reducido el número y tiempo de sus intervenciones en el Europarlamento, foro que ha aprovechado como trampolín para entrar en la política británica.

La disolución se produce una semana antes del voto de investidura de la nueva Comisión Europea dirigida por Jean-Claude Juncker. Ahora, en el acto, Farage y los suyos deberán ocupar los escaños al lado de los elegidos del Frente Nacional en Francia y compartir con ellos el tiempo para hablar que les sea reservado. El partido de extrema derecha francés tampoco pudo crear un grupo político.

El UKIP fue el ganador de las últimas elecciones europeas el pasado 25 de mayo en el Reino Unido y acaba de lograr colocar por primera vez un diputado en el parlamento británico de Westminster. El jefe de la formación que quiere sacar al Reino Unido de la UE y cerrar las puertas a los inmigrantes, aspira a convertir a la UKIP en el árbitro de la política británica en la elecciones generales, dentro de siete meses.

Con su mensaje eurófobo y racista, Farage ha demostrado en los comicios parciales que se han celebrado hasta ahora que es capaz de arrastrar al electorado conservador, pero también a los laboristas y liberales. «Vamos a por electores de todos los partidos», ha advertido.