FRAUDE CON UN DOCUMENTO OFICIAL NORTEAMERICANO

¿ESTA o aquella?

Varias empresas cobran tarifas abusivas por tramitar la autorización electrónica para entrar en EEUU La embajada norteamericana pide que se solicite solo en su web oficial

ÓSCAR HERNÁNDEZ
BARCELONA

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A una familia de cuatro miembros le puede costar viajar a EEUU casi 200 euros más si no con mucho cuidado en el momento de tramitar la autorización electrónica para entrar en el país -conocida como ESTA por su siglas en inglés (Electronic System for Travel Authorization). Varias empresas de dudosa legalidad, cuyas webs intenta cerrar EEUU sin éxito, cobran 58 euros por cada autorización que, si se solicita en la página oficial del país, solo cuesta 10. El problema es que las diferencias entre la página oficial de ESTA y sus copias presuntamente fraudulentas son mínimas. Así consiguen que viajeros incautos acaben atrapados en las páginas clandestinas y paguen cuatro veces más por el trámite.

«Pedimos siempre a los viajeros que van a EEUU y necesitan la ESTA que acudan únicamente a la página oficial del Departamento de Aduanas y Fronteras. Como en todas las páginas oficiales del Gobierno de EEUU la dirección debe terminar con .gov», explican fuentes de la embajada, que admiten que reciben muchas quejas y consultas.

¿Qué ocurre si se solicita la ESTA en una página no oficial? El usuario recibe el mismo documento válido y queda autorizado para viajar a EEUU. Pero el intermediario ha cobrado cuatro veces más por un trámite cuya gestión es gratuita (solo se debe pagar la tasa oficial). Los autores del engaño tramitan la solicitud como gestores (pese a que todo es automático) y cobran esos 40 euros de más. En realidad, es como si un particular encargara a una gestoría la tramitación de un documento y pagara por ello. Pero aquí el engaño está en la escasa transparencia  (el usuario no lo sabe) y en que EEUU no autoriza a nadie a hacer ese trámite en su nombre.

Para que el afectado no sepa que no está en la web oficial de ESTA estas empresas usan y abusan de logotipos casi oficiales. Y para cubrirse las espaldas ante posibles denuncias, incluyen a pie de página un minúsculo texto en el que advierten del precio que cobran: «79 dólares (14 de tasa gubernamental y 65 por coste del servicio)».

«A mí me cobraron los 79 dólares (58 euros) sin saber que pagaba de más. Cuando lo descubrí ya era tarde. Intenté hablar con ellos pero no pude. Me enviaban una respuesta automática. Cuando les amenacé en un correo electrónico con denunciarles, me devolvieron todo el dinero, incluida la tasa obligatoria. La ESTA me salió gratis. Pero no estuve tranquila hasta que entré en EEUU», cuenta Luisa López, funcionaria con dilatada experiencia en viajes que también cayó en la trampa. «Aún ahora me resulta difícil distinguir entre la página oficial y la que no lo es», afirma.

Del '.gov' al '.us'

Basta con teclear ESTA en Google para que aparezcan cinco páginas para tramitar el documento. Tres acaban en .gov, pero dos en .es. Estas últimas no son las oficiales. Si se entra en ellas, la web deriva a otra acabada en .us, tampoco oficial, donde un texto minúsculo reza: «ESTA-America.org está operada por una empresa privada especializada en la ESTA. No estamos afiliados al Gobierno de EEUU».

Según fuentes de la embajada de EEUU en Madrid, su país investiga estas empresas que ubican en otros países y cambian de dirección en internet para impedir su localización. «También intentamos que en Google no aparezcan por delante de nuestra página oficial», precisan. En su web, con el epígrafe Stop al fraude,  EEUU pide a los afectados que denuncien  su caso.