Espejismos económicos europeos

La lacra del paro 8Un grupo de parados hacen cola en una oficina del Inem de Madrid.

La lacra del paro 8Un grupo de parados hacen cola en una oficina del Inem de Madrid.

ELISEO OLIVERAS

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El reciente castigo electoral a los partidos gobernantes en la Unión Europea (UE) que teóricamente habían sacado a su país de la crisis muestran que detrás de las cifras macroeconómicas positivas se oculta una creciente precariedad desigualdad, el empobrecimiento de la población y el deterioro de los servicios públicos y sociales por la privatización y el recorte del gasto público. Los resultados electorales de IrlandaEspañaPortugal Polonia son un rechazo de los ciudadanos a la política económica impuesta por la Comisión Europea y Alemania. Cuando Grecia osó rebelarse contra la política de austeridad, la UE castigó de forma despiadada a los griegos con un diktat draconiano abocado al desastre. Ahora que la rebelión se generaliza, Berlín y Bruselas promueven grandes coaliciones que impidan el cambio económico que reclaman los ciudadanos.   

Los partidos gobernantes han sido desautorizados en las urnas sin que hayan surtido efecto sus argumentos sobre el crecimiento económico, que al finalizar el 2015 era del 6,8% anual en Irlanda, el 3,5% en España, el 1,2% en Portugal y el 3,6% en Polonia, según Eurostat. Las devastadoras consecuencias sociales de las medidas de ajuste y de la política neoliberal aplicada bajo la exigente vigilancia de la Comisión Europea se pretenden ocultar detrás de grandes frases y una situación que sólo es brillante para el 20% más rico de la población.

España, cuyo éxito paragona el presidente en funciones, Mariano Rajoy, "es uno de los peores países" de la UE en materia de "justicia social", ocupa el puesto número 24 de 28, y "no ha dejado de empeorar desde el 2008", según el informe Índice de Justicia Social 2015, del Social Inclusion Monitor Europe y la Fundación Bertelsmann. El porcentaje de españoles en riesgo de pobreza llega al 29,2% y la "pobreza infantil se ha disparado por la caída de los niveles de ingresos". Los españoles en riesgo de pobreza son 13,4 millones, 2,3 millones más que antes de la crisis, mientras que el 10% más rico acumula el 58% de la riqueza de España, recuerda Oxfam.

PEORES Y MÁS PRECARIOS

El número de parados se redujo a 4,78 millones a finales del 2015, según el Instituto Nacional de Estadística (INE), pero son 2,8 millones más que a finales del 2007. España continúa con la segunda tasa de paro más alta de la UE (20,9%) y parte de la reducción del paro se debe a la caída de la población activa en más de 618.000 personas desde el tercer trimestre del 2012. Además, Los empleos creados son cada vez más precarios y peor pagados. Los contratos laborales firmados durante el 2015, por ejemplo, tienen una duración media de menos de dos meses y la mitad apenas dura un mes, según un informe de UGT. Otro estudio de CCOO reveló que el 25% de los contratos del 2015 tenían una duración de una semana o menos.

Irlanda, con una tasa de paro del 8,6%, también presenta una imagen social sombría que explica la derrota de la coalición gobernante de conservadores y laboristas. El 29% de la población sufre privaciones, según la Oficina Central de Estadísticas irlandesa (CSO). Un tercio de los hogares tiene apuros económicos y el 19,2% de los empleados gana menos de lo necesario para cubrir el coste de la vida, señala el economista Roy Hearne, mientras que el 10% más rico concentra el 59% de la riqueza de Irlanda, según Credit Suisse.

IDEOLOGÍA NEOLIBERAL

La política económica impuesta por Berlín y Bruselas no ha sacado a la UE de la crisis. En enero, el número de desempleados ascendía a 21,8 millones, 5,7 millones más que al inicio de la crisis. El producto interior bruto (PIB) de la eurozona del cuarto trimestre del 2015 ajustado a la inflación aún estaba por debajo del nivel anterior a la crisis y el crecimiento económico trimestral se ha debilitado a lo largo del 2015.

La asunción de la ideología neoliberal por parte de los partidos socialistas europeos mantiene invariable la política de ajustes, privatizaciones de servicios públicos y recortes de los derechos sociales y sindicales. El último ejemplo es el proyecto de reforma del código de trabajo del primer ministro francés, Manuel Valls, contra el cual hay una jornada de huelgas el 31 de marzo. Estas reformas han conducido al recorte de los salarios en Europa y a la proliferación de trabajadores con sueldos inferiores al coste de la vida, que en Gran Bretaña ya representan el 23% de los empleados mayores de 21 años, según la consultora KPMG, mientras que en España los trabajadores pobres con empleo suponen el 22,2% del total, según la Organización Mundial del Trabajo (OIT).