REPERCUSIONES DEL REFERÉNDUM DE ITALIA

España, todavía más sola

Renzi (izquierda) y Rajoy, antes del inicio de la cuarta cumbre UE-África, el 2 de abril del 2014, en Bruselas.

Renzi (izquierda) y Rajoy, antes del inicio de la cuarta cumbre UE-África, el 2 de abril del 2014, en Bruselas. / periodico

PILAR SANTOS / MADRID

Por qué confiar en El PeriódicoPor qué confiar en El Periódico Por qué confiar en El Periódico

La derrota de Matteo Renzi en el referéndum sobre la reforma constitucional es una mala noticia para España por razones políticas y económicas, explican fuentes diplomáticas. Si la dimisión del primer ministro italiano se hace efectiva, además del impacto que el resultado tenga en las bolsas y en las primas de riesgo, al Gobierno de Mariano Rajoy le importa perder un aliado de un país mediterráneo con necesidades y prioridades similares a las de España.

En esa eterna división de la Unión Europea (UE) entre acreedores, con Alemania a la cabeza, y deudores, España se quedaría sin Italia como compañero de fatigas. La fractura entre el norte y el sur corre el riesgo de acrecentarse si no hay voluntad política para superarla. El fracaso de Renzi llega en un momento muy delicado para la UE, todavía estupefacta por el 'brexit' (y ha pasado ya medio año), y después de que las posiciones de Bruselas hayan caído derrotadas en otros referéndums como el de Grecia (por las condiciones del rescate), Holanda (por el acuerdo entre la UE y Ucrania) y Hungría (sobre las cuotas de los refugiados). 

Renzi, con la economía italiana estancada, ha sido muy incómodo para Alemania. Se ha enfrentado a la cancillera, Angela Merkel, abiertamente. El episodio más sonado en los últimos meses fue el que protagonizó después de la cumbre de Bratislava de septiembre, cuando el primer ministro italiano criticó la falta de compromisos en economía, sin medidas para estimular el crecimiento, y en inmigración. “No me voy a quedar callado para tener una vida más tranquila. Si alguien quiere a Italia callada se ha equivocado de lugar, de método y de objetivo”, aseguró. Un enfrentamiento público al que nunca se sumó Rajoy pero del que, sin duda, se podía aprovechar para frenar la austeridad recetada por Alemania.

Tras el triunfo del 'brexit', el Ejecutivo español pidió que la UE diera “un salto cualitativo gigantesco” con la emisión de eurobonos para enviar un mensaje incuestionable a la comunidad internacional de que la decisión de los británicos no supone el principio de la deconstrucción del proyecto europeo. La mutualización de la deuda es una petición compartida por los cuatro partidos principales representados en el Congreso: PP, PSOE, Podemos y Ciudadanos.

EUROBONOS

Con la elevada deuda pública que tiene España, los eurobonos serían una herramienta de indiscutible valor. Renzi también hizo una intensa campaña a favor, pero la negativa de Alemania y los otros socios acreedores impidió ponerlos en marcha. Ahora esta demanda perderá todavía más fuerza, se lamentan fuentes de Exteriores. El fracaso del dirigente italiano dará alas a los populistas del Movimiento Cinco Estrellas y de la Liga Norte, que abogan por celebrar una consulta sobre la salida del país mediterráneo del euro y que están envalentonados después de ver el triunfo de Donald Trump en las elecciones presidenciales de EEUU.

Así las cosas, entre el divorcio con el Reino Unido, la inestabilidad de Italia y el adiós anunciado por François Hollande en Francia, donde el Frente Nacional amenaza con llegar al Elíseo el año próximo y romper el eje franco-alemán, Rajoy se va a quedar como el interlocutor más fiable para Merkel. Difícil de pensar hace unas semanas, cuando España llevaba casi un año sin Gobierno y el PP se preparaba para gobernar en minoría. Ya se lo dijo Merkel al dirigente gallego hace unos días en la reunión que organizó en Berlín para despedir a Barack Obama y a la que le pidió que fuera, consciente como es la cancillera de la necesidad de reformular las alianzas: “Mariano, tienes la piel de elefante”.