REUNIÓN DEL CONSEJO EUROPEO

España logra un impulso para las interconexiones energéticas

De izquierda a derecha, Rajoy, Juncker, Hollande y Passos Coelho, durante la reunión en la sala española del Consejo Europeo.

De izquierda a derecha, Rajoy, Juncker, Hollande y Passos Coelho, durante la reunión en la sala española del Consejo Europeo.

ROSA M. SÁNCHEZ / MONTSE MARTÍNEZ / BRUSELAS

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El presidente español, Mariano Rajoy, el de Francia, François Hollande y el primer ministro portugués, Pedro Passos Coelho, se reunieron ayer en Bruselas, antes del inicio del último Consejo Europeo del año, para impulsar las interconexiones energéticas entre la Península Ibérica y el resto de Europa. Los mandatarios de los tres países acordaron ayer mismo celebrar en febrero, en Madrid, una cumbre para analizar los proyectos de interconexiones que deben impulsarse por parte de la Unión Europea (UE).

Lo relevante es que el encuentro de ayer se produjo poco antes de la cumbre en la que, formalmente, ha echado a andar el conocido como Plan Juncker, que pretende impulsar proyectos de inversión suprananacionales en Europa por importe de 315.000 millones en tres años. Más relevante aún es que en ese encuentro estuviera presente el propio presidente de la Comisión, Jean Claude Juncker, un dato que, de facto, avala estos proyectos como favoritos cara al plan que lleva su nombre. Que el encuentro se celebrara en la sala española del Consejo Europeo es solo una anécdota que, de paso, subraya el carácter estratégico de estos proyectos para España.

CUATRO PROYECTOS

 De los 53.000 millones en proyectos de inversión presentados por España como candidatos al Plan Juncker, unos 15.000 corresponden a interconexiones por valor de 15.000 millones.El resto se articulan en torno a proyectos escasamente desarrollados sobre innovación, agua, economía digital, formación y otros capítulos.

Antes de la cumbre tripartita de febrero, anunciada ayer, la Comisión Europea tiene previsto organizar una reunión en Bruselas en enero con Red Eléctrica y los gestores de red de Francia y Portugal para impulsar las interconexiones y facilitar los trámites burocráticos, según informaron fuentes comunitarias.

Según estas mismas fuentes, la Comisión Europea (CE) está dispuesta a apoyar cuatro proyectos de interconexión eléctrica y gasística que afectan a España. Estos proyectos incluyen la interconexión eléctrica pirenaica, el cable submarino desde el Golfo de Vizcaya, diversos tramos de interconexión eléctrica exterior y el gasoducto Midcat en Cataluña.

ARRIMAR EL HOMBRO

Antes del Consejo Europeo, el presidente Rajoy había advertido a los periodistas de que en la cumbre de solo iba a abordar «cuestiones generales» sobre el funcionamiento del Plan Juncker del que dijo que esperaba que estuviera «operativo» en junio, una vez culmine la elaboración del correspondiente reglamento. No obstante, el encuentro previo con Hollande, Passos Coelho y Juncker sirvió para escenificar el impulso político que las instituciones europeas esperan de los jefes de Estado y de Gobierno.

Eso es precisamente lo que el presidente del Parlamento Europeo, Martin Schulz, pidió ayer a los mandatarios en su discurso. «Es de la mayor importancia que ustedes muestren so compromiso con él», con el Plan de Inversiones para Europa, dijo el socialista alemán. «Se corre el riesgo de que el Plan de Inversiones fracase si no arrimamos todos el hombro», advirtió.

Los temores de Schulz no son inventados. Según fuentes diplomáticas, «algunos en el Consejo Europeo no acaban de ver el efecto multiplicador», que Jucncker espera de su plan inversor. De los 315.000 millones que se pretenden movilizar, solo 21.000 millones proceden de arcas públicas (16.000 del presupuestos europeo y 5.000 financiados por el Banco Europeo de Inversión). El plan se basa en la capacidad de los proyectos para multiplicar por 15 el dinero público inicial gracias a la atracción de capital privado.

El éxito del plan puede depender, al final, de la aportación de dinero público que haga cada país. A ello podría ayudar la propuesta de Juncker de evitar que estas contribuciones computen como déficit.