EL RETO DE LA INMIGRACIÓN

España justifica en el paro su oposición a tener más refugiados

Fuerzas de seguridad libias detienen a inmigrantes.

Fuerzas de seguridad libias detienen a inmigrantes.

SILVIA MARTÍNEZ / BRUSELAS

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España no está dispuesta a aceptar la propuesta de reparto obligatorio de refugiados planteada la semana pasada por la Comisión Europea. Este lunes, el ministro de Exteriores, José Manuel García Margallo, dejó constancia de ello en la primera oportunidad que tuvo en Bruselas. «Estamos absolutamente dispuestos a hacer el esfuerzo solidario que se nos pida, pero ese esfuerzo solidario tiene que ser proporcionado, justo y realista. Y en mi opinión los criterios que maneja la Comisión Europea no lo son», zanjó a su llegada al Consejo de Exteriores sobre un plan que asigna a España el 9,1% de todos los solicitantes de asilo que la UE decida recolocar --frente al 0,9% que recibió el año pasado-- más otros 1.549 refugiados en el marco de los 20.000 propuestos dentro del programa de reasentamiento de la ONU.

Aunque el plan no figuraba en la agenda del Consejo de Exteriores --el debate compete a los titulares de Interior--, España no quiso desaprovechar la ocasión de airear su disgusto con eslóganes como «ningún país puede asumir cargas que no puede», o «un país que tenga una política decente tiene que darles un trabajo, vivienda, educación... si no queremos crear guetos».

LOS CRITERIOS

España discrepa del peso otorgado a los cuatro criterios propuestos como base para realizar la distribución de solicitantes de asilo: el PIB pesa el 40% en el reparto, la población el otro 40%, el  esfuerzo realizado en el pasado pesa un 10% y la tasa de paro el otro 10%. «Estos dos últimos criterios están muy infrarepresentados. La tasa de paro, a mi juicio, es capital para saber cuál es la capacidad de integración de un país en condiciones de dignidad y, en segundo lugar, hay que valorar el esfuerzo que ya se ha hecho en el control de la inmigración ilegal», advirtió Margallo. A juicio del ministro, «comprometerse a integrar inmigrantes a los que no puedes dar trabajo es hacer un mal servicio».

Margallo puso sobre la mesa el trabajo realizado en el pasado con países como Marruecos, Mauritania Senegal. «Estamos controlando mucho mejor que otros y haciendo un esfuerzo enorme en ese tema», se escudó. «Hay que tener en cuenta el esfuerzo que se ha hecho. España tuvo un incremento masivo y muy rápido en los años de bonanza económica en los que pasamos a que un 12% de la población total fuera de origen inmigrante». «No estoy de acuerdo con los criterios que se han manejado. A ese tema hay que darle otra vuelta para fijar cuál es la capacidad real de un estado», añadió sobre una propuesta que tampoco ha gustado en otros países.

Este es el caso del Reino Unido Hungría, los dos primeros en rechazar la idea antes, pero también de Polonia, los países bálticos e incluso Francia. Este pasado fin de semana su primer ministro, Manuel Valls, mostraba públicamente su rechazó y este lunes su secretario de Estado para Asuntos Europeos, Harlem Désir, también aprovechó para exponer las reticencias francesas.

«No es necesario poner en marcha cuotas sobre refugiados políticos. Lo que pedimos es que otros países de la UE hagan el esfuerzo de acoger refugiados», advirtió, recordando que actualmente cinco estados miembros acogen al 75% de los demandantes de asilo. Entre ellos está Francia, que fue en el 2014 el cuarto país de la UE donde más solicitudes se presentaron, por detrás de Alemania, Suecia e Italia.

«La propuesta de la Comisión debe ser discutida, pero no apoyaremos la idea de cuotas que no corresponda a las reglas», zanjó este lunes el dirigente francés sobre un plan que obligaría a su país a acoger al 14,1% de los demandantes de asilo.

SUECIA, A FAVOR

En una posición diametralmente opuesta se posiciona Suecia, que ve positivamente la propuesta que pasará su primer examen ante la Eurocámara este miércoles. «Somos partidarios y pueden entender por qué. Suecia es uno de los países que más refugiados recibe y la responsabilidad tiene que ser compartida», reivindicó Margot Wallström, titular sueca de Exteriores.

Las cifras no dejan dudas. En el 2014, el país nórdico recibió 81.325 peticiones de asilo, lo que significa el 14% de todas las solicitudes presentadas el año pasado en territorio europeo. Si cuaja la propuesta de la Comisión Europea --para lo que necesitará una mayoría en el Consejo-- su participación en este esquema se vería suavizada ya que según los criterios se haría cargo de menos del 3% de las solicitudes.

A la espera de la lectura que hagan los ministros de Interior en junio, la alta representante para la política exterior, Federica Mogherini, eludió este lunes las quejas: «No significa que exista una política de puertas abiertas. Se trata de decir que la prioridad tal y como la definieron los jefes de Estado y de Gobierno es salvar vidas humanas», recordó.