AVERIGUACIONES POR LA MUERTE DEL CASCO AZUL

España envía a sus militares para investigar la muerte de Soria

El Gobierno quiere un «análisis propio» del suceso y manda a expertos en balística

PILAR SANTOS / MADRID - ANA ALBA / JERUSALÉN

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España enviará a un grupo de militares expertos en balística al Líbano para investigar la muerte del cabo Francisco Javier Soria Toledo, que cayó bajo fuego israelí el pasado miércoles. El presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, se lo comunicó ayer al primer ministro israelí, Binyamin Netanyahu, por teléfono, explicaron fuentes diplomáticas a este diario.

Netanyahu le llamó para expresarle sus condolencias y tristeza por el fallecimiento del cabo Soria y para agradecerle la participación de España en la Fuerza Interina de Naciones Unidas para el Líbano (FINUL), según informó la Moncloa en un comunicado.

En esa nota oficial, el Gobierno español señaló que Rajoy y el primer ministro israelí habían acordado realizar una «investigación conjunta», un eufemismo diplomático para decir que militares españoles viajarán a Beirut en los próximos días para ayudar a saber en qué momento falló el Ejército hebreo. «El Ejecutivo español quiere un análisis propio de lo ocurrido», afirmó un alto cargo del Gobierno a este diario. Esta investigación se sumará a la que ya está realizando la ONU.

El Ejército israelí sabía desde el 2006 que en esas coordenadas había una garita de la FINUL, en la que en el momento del ataque el casco azul español estaba haciendo guardia.

REFUGIO EN UN BÚNKER

Normalmente, si los militares israelís van a lanzar un ataque en la dirección de algún puesto de la fuerza de paz, advierten a los cascos azules para que se metan en un búnker. Ese aviso no llegó el miércoles, como se puede ver en un vídeo que grabaron compañeros de Soria que estaban en un vehículo militar cerca de la garita. El fallo pudo ser de comunicación o también, según fuentes gubernamentales españolas, pudo deberse a una equivocación en el cálculo de las distancias.

Por su parte, el líder de Hizbulá, Hasan Nasrala, señaló ayer que la milicia chií podría detener la escalada contra Israel, pero también advirtió: «No nos pongáis a prueba otra vez». «No queremos guerra, pero no la tememos», añadió Nasrala.