España acogerá solo 1.300 refugiados de los 4.288 asignados

La UE no logra repartirse 40.000 personas debido a algunos países insolidarios

La UE no establece un acuerdo para la inmigración

El ministro del Interior, Jorge Fernández Díaz, compara el problema de la inmigración en Europa con una casa con goteras.  / periodico

SILVIA MARTÍNEZ
BRUSELAS

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La Unión Europea insiste en ver el vaso medio lleno pero los ministros del Interior de los 28 volvieron a fracasar el lunes en su intento de repartirse durante los dos próximos años a 40.000 solicitantes de asilo llegados a las costas de Italia y Grecia desde mediados de abril. La falta de solidaridad de algunos estados miembros impidió alcanzar esa cifra comprometida por los jefes de Estado y de Gobierno en la cumbre de junio, al quedarse en 32.256 personas. España no fue el país menos generoso de todos -Hungría y Austria no reubicarán a nadie-, pero su compromiso se queda a años luz de lo que le pedían y lejos de lo ofrecido por los grandes países de la Unión. En total, acogerá a 1.300 personas frente a las 4.288 que le pidió en mayo el Ejecutivo comunitario.

«Somos muy críticos con la reubicación porque va a generar un efecto llamada. Es como si tuviéramos una casa en la que hay muchas goteras que están inundando diversas habitaciones y en lugar de taponar esas goteras en el tejado lo que hacemos es distribuir el agua que cae entre distintas habitaciones. Ese es el programa reubicación. No soluciona para nada el problema», justificaba ayer el ministro español del Interior, Jorge Fernández Díaz, uno de los pocos representantes que llegó a la cita extraordinaria de ayer sin desvelar sus cifras para tener margen negociador en la reunión.

Los cuatro criterios

La negativa radical a aceptar el mecanismo propuesto por la Comisión Europea para aliviar la presión migratoria que sufren Italia y Grecia hizo que España solo accediera finalmente a acoger a un tercio de lo que le correspondía en función de los cuatro criterios fijados por Bruselas: 40% de peso para el PIB, 40% para la población, 10% para la tasa de desempleo y 10% para el esfuerzo de acogida realizado en el pasado. Cuatro criterios que han terminado saltando por los aires lo mismo que la obligatoriedad del sistema. La voluntariedad fue el argumento esgrimido por delegaciones como Austria para apearse del nuevo sistema. Hungría rechaza de base el sistema y se escuda en que ya sufre una presión migratoria muy elevada de los Balcanes occidentales.

Según destacó el presidente de turno del Consejo, el ministro luxemburgués Jean Asselborn, el objetivo ahora es empezar a reubicar a los potenciales solicitantes de asilo desde el 1 de octubre, una vez concluya el trámite en el Parlamento Europeo. El sistema se aplicará además no solo a sirios y eritreos, sino también a iraquís y somalís, y será revisado a finales de año con el objetivo de tratar de llegar entonces a la cifra de 40.000. España, según sugirió Fernández Díaz, podría elevar entonces su aportación al sistema y acoger otras 200 personas hasta ofrecer una cifra de entorno a las 1.500 personas.

Dificultad de aplicación

«Seré franco. Estoy decepcionado porque no lo hemos logrado pero hemos dado un paso adelante importante», explicó ayer el comisario de inmigración, Dimitris Avramopolous, consciente de la dificultad de aplicar un sistema voluntario. «Algunas cifras son alentadoras, otras decepcionantes y algunas embarazosas. El hecho de que sea voluntario tiene sus límites y lo sabemos», admitía Asselborn.

De entre los países grandes de la UE, además de España también se queda corta Polonia, ambos muy lejos de la generosidad de Francia, Bélgica, Holanda, Suecia o Alemania que incluso va más lejos de lo que le pedían. Dinamarca y Reino Unido se quedarán finalmente fuera de este reparto, tal y como les permite el Tratado de la UE, mientras que Irlanda, que podría haber esgrimido la misma excepción, participará en el sistema y reubicará a 600 potenciales demandantes de asilo.

La Comisión Europea volverá a presentar una nueva propuesta para un sistema obligatorio permanente a finales de año aunque a la luz de como terminó ayer la discusión tendrá que hilar si quiere sortear las reticencias de los países más díscolos en este terreno. «Hubiéramos preferido utilizar la clave de distribución propuesta. A finales de año presentaremos una propuesta para un sistema de emergencia fijo», anunció Avramopoulous.

En lo que sí consiguieron ponerse de acuerdo los 28 es en el reasentamiento en Europa de los 20.000 refugiados de terceros países que se comprometieron a acoger los líderes de la UE . En este caso ofrecerán incluso más plazas de las prometidas al llegar a la cifra de 22.504 gracias a la aportación adicional de países que no participan en el programa de reubicación como Reino Unido, Dinamarca, Noruega o Suiza entre otros. España recibirá 1.449 refugiados -100 menos de la propuesta--porque considera que en este caso no habrá efecto llamada.