EN LA PROVINCIA DE HUNAN

Escolta policial para un hombre con 17 novias

Un chino tiene que salir protegido del hospital al descubrirse las múltiples relaciones amorosas que mantenía

ADRIÁN FONCILLAS / PEKÍN

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El Romeo chino ha abandonado el hospital aún sin el alta médica y protegido por la policía. Es el colofón apresurado a una historia que aún no ha resuelto sus enigmas: ¿de dónde sacó el tiempo y la pericia para compatibilizar 17 novias? ¿cómo un tipo escasamente agraciado ha llevado el engaño masivo a terrenos nunca antes hollados? 

Yuan, de Changsha (provincia central de Hunan), la vida se le torció en un accidente de coche el 24 de marzo. El procedimiento habitual ordena que los médicos informen a familiares para que le visiten. Fue menos habitual la procesión de novias. Hasta 17, todas convencidas de que eran la única receptora de su amor.

Yuan toca todos los palos. De estudiantes de 20 años a cuarentonas. Con una tuvo un hijo, con otra planeaba casarse. Con algunas había mantenido una relación de una década, a otras las acababa de conocer. 

La prensa ha recogido la desazón de quienes fueron a reconfortar a Yuan y encontraron una habitación congestionada.

“Me preocupé mucho cuando me dijeron que estaba en el hospital. Y entonces más y más chicas guapas seguían llegando. No puedo llorar más, me he quedado sin lágrimas”, ha dicho a la televisión local Xiao Li, quien había salido con Yuan durante año y medio.

“Ya tenemos un hijo en común. ¿Qué voy a hacer? Ya no le amo, pero sí quiero a mi hijo”, ha añadido Wang Fang.

Otra, sin identificar, le describía como “el hombre perfecto”, pero ha decidido cancelar la boda.

Los motivos parecen ser económicos, al menos en parte. Yuan estafó a su exmujer 250.000 yuanes (38.000 euros) después del divorcio. Debió de ver el filón, porque ahí empezó su febril y recaudatoria vida amorosa. Las víctimas de Yuan han admitido que le dieron generosas cantidades de dinero. Sus primeros cálculos apuntan a los 500.000 yuanes (76.000 euros).

Yuan se hacía pasar por hombre de posibles, pero siempre con algún contratiempo que le forzaba a pedir préstado. Para apuntalar su imagen contaba con otro fraude: un diploma en Ingeniería Civil de la Universidad Central del Sur, una de las más prestigiosas del país. Apenas tenía estudios medios.

Yuan y su tropel de ya exnovias han sido la noticia de la semana en la red china. Abunda la perplejidad ante un tipo que compatibiliza 17 historias de amor. Yuan es vilipendiado por algunos y envidiado por muchos. “Oye hermano, ¿cuándo nos vas a dar clases de entrenamiento?”, pregunta Dunbiao en Weibo, el twitter chino. “Un hombre que engaña a mujeres y las roba, menuda historia más inspiradora”, añade Luk-yiu. “Lo que hemos aprendido de Yuan es que los infieles no deben tener accidentes de tráfico y permitir visitas de tráfico”, sentencia otro.

Sus víctimas han abierto un grupo en internet para compartir sus historias y dar la oportunidad a otras hipotéticas engañadas a sumarse mientras la policía intenta recuperar el dinero. Es probable que sea acusado por fraude.

Yuan ya está en casa. Dejó el hospital antes de curarse las heridas y contra la opinión de los médicos. Uno ha concretado que la orden llegó de su madre, según el diario South China Morning Post, probablemente hastiada del trajín de novias y periodistas. Su salida fue escoltada por la policía.

Antes, según la prensa local, había repetido el ritual 17 veces. Había abrazado a cada una de ellas en la cama y les había pedido: “No me culpes. Todas sois mis esposas”.