Esclavas de la yihad

Una joven yazidí secuestrada por los yihadistas en Sinjar relata como los terroristas las violan en los "cuartos de los horrores"

Mujeres y niños yazidís desplazados de Sinjar, en agosto.

Mujeres y niños yazidís desplazados de Sinjar, en agosto.

EL PERIÓDICO / ROMA

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«Han robado mi cuerpo, están robando mi alma también». Son las palabras de una chica yazidí de 17 años que lleva semanas en manos de los yihadistas del Estado Islámico.En una llamada telefónica al diario italiano La Repubblica, la joven, a la que el periodista pone como nombre ficticio Mayat, describe la horrible situación que está padeciendo. No quiere dar demasiados detalles, pues siente vergüenza de hacerlo. No obstante, explica que unas 40 mujeres yazidís, que fueron secuestradas tras la entrada de los terroristas en la ciudad de Sinjar, están apresadas y esclavizadas en el sur de Mosul, donde sufren constantes agresiones sexuales por los yihadistas.

Los secuestradores las tratan como animales y les dicen que «son como cabras que hubieran tenido que ser vendidas en el mercado». La casa donde están es muy grande y en la primera planta hay tres habitaciones alargadas que ellas llaman los cuartos de los horrores, pues es ahí donde se cometen las violaciones.

Sin piedad

La joven dice que los yihadistas «no tienen piedad de nadie; tampoco de las que tienen solo 12 o 13 años». A una de esas menores, que llegó a arrancarse el pelo tras las agresiones sexuales, sus captores se la llevaron y ahora no se sabe dónde está. Otras, a causa del trauma de sufrir violaciones en serie, «han perdido el habla».

Los hombres que abusan de ellas son de todas las edades, algunos llevan la uniforme militar, otros visten ropas árabes. Ella solo quiere que la liberen o, si no, que la maten, pues dice que su cuerpo ya ha muerto y ahora, poco a poco, está muriendo su alma. «Muchas de mis compañeras han intentado suicidarse o rezan para que les maten», cuenta la joven por teléfono, pues los yihadistas le permiten tenerlo ya que, en su política de guerra psicológica, quieren que esas jóvenes relaten el horror que sufren.

La chica explica que las amenazan diciéndoles que si no se portan como ellos les mandan, las llevaran a Raqa, bastión del EI en Siria. No le importa demasiado,con todo lo que le está sufriendo ya.

«Ojalá los maten a todos»

Cuenta que el primer día, vinieron tres hombres que las manosearon por todas partes amenazándolas con un cuchillo y las examinaron como a animales. En lo que le pareció una venta, aquellos hombres se llevaron a 15 de ellas. Nadie sabe donde están. Pese al cautiverio, ella sigue en contacto con su familia. Su padre le ha contado que los estadounidense están atacando a los yihadistas. «Espero que los maten a todos», dice.