ATAQUE A LA LIBERTAD DE PRENSA EN TURQUÍA

Erdogan toma el control de varios medios críticos con el Gobierno

JAVIER TRIANA / ESTAMBUL

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«Queridos telespectadores, no se sorprendan si ven a la policía en nuestros estudios en los próximos minutos». Uno de los presentadores de la cadena turca de televisión Bugün TV, crítica con el Gobierno de Ankara, alertaba en antena de lo que sucedía a primera hora de este miércoles fuera del edificio, en pleno centro de Estambul: las fuerzas de seguridad dispersaban a base de porrazos, cañones de agua y gas lacrimógeno a los manifestantes que trataban de impedir que un comité pro-gubernamental tomara el control de las dos televisiones y dos diarios opositores pertenecientes al grupo empresarial Koza Ipek.

¿El motivo? Un tribunal de la capital turca decidió a última hora del lunes, a petición de la Fiscalía y debido a supuestos vínculos terroristas, reemplazar a los actuales gestores por un nuevo comité que controlara el citado hólding, del que forman parte Bugün TV y Kanaltürk, así como los rotativos 'Bugün' y 'Millet'. Las emisiones de estas dos cadenas fueron interrumpidas brevemente, ya que la policía arrancó varios cables dentro del edificio.

«La policía trató de poner en marcha una medida ilegal. Les dijimos que quienes toman este tipo de medidas ilegales serían juzgados por sus actos», aseguró Baris Yarkardas, diputado del opositor Partido Republicano Popular (CHP, socialdemócrata y laico). En su opinión, Turquía se ha transformado en un Estado policial. Por su parte, el director de Bugün TV, Tarik Toros, señaló que la cadena no había sido avisada de la intervención.

Los agentes, concentrados en las puertas del edificio, trataron de impedir que los empleados entraran a su lugar de trabajo, al tiempo que tuvieron que escoltar dentro de las instalaciones al nuevo comité administrador. Cinco manifestantes fueron arrestados en las trifulcas. Sin embargo, la imagen que mejor resumía la situación, y que circuló ampliamente por las redes sociales turcas, fue la de la tarjeta de prensa ensangrentada de Mustafa Kilic, un periodista del intervenido diario 'Millet' que resultó herido al tratar de resistir a la intervención policial.

EL ARCHIENEMIGO

El grupo Koza Ipek, compuesto por 22 empresas de los sectores de la comunicación, la energía, la construcción y la minería, está acusado de financiar una presunta organización terrorista dependiente del clérigo Fetullah Gulen, antiguo amigo inseparable del presidente turco, Recep Tayyip Erdogan, convertido ahora en archienemigo. Según la Fiscalía, este grupo está infiltrado en el aparato estatal y pretendería derrocar al actual Gobierno. Gulen vive en la actualidad en EEUU. El diario pro-gubernamental 'Sabah' cita también un informe que señala al hólding empresarial como centro de una trama de lavado de dinero.

La televisión bandera de Koza Ipek, Bugün TV, se había convertido en los últimos meses en una importante plataforma para la oposición turca, que afronta unas elecciones anticipadas clave el próximo domingo. En ellas, el gobernante Partido de la Justicia y el Desarrollo (AKP, islamista) busca alcanzar la mayoría absoluta que mantenía desde el 2002 y que perdió el pasado 7 de junio. Aunque el AKP logró el 40,9% de los sufragios, planteó las negociaciones para un gobierno de coalición de manera inaceptable para el resto de los partidos, por lo que el proceso desembocó en un anticipo electoral. Esta opción concede una nueva oportunidad a Erdogan de que el partido que cofundó, el AKP, obtenga una mayoría parlamentaria que le permita modificar la Constitución y dotar de nuevos poderes a la Jefatura del Estado bajo la forma de una república presidencialista.