LA CRISIS GRIEGA

Enfrentados por el referéndum

Miles de griegos protestan ante el Parlamento por la ruptura de las negociaciones y el desacuerdo con los acreedores internacionales

Un grupo de ciudadanos hacen cola ante un cajero, en Atenas, este martes.

Un grupo de ciudadanos hacen cola ante un cajero, en Atenas, este martes.

CLARA PALMA HERMANN / ATENAS

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«Queremos quedarnos en Europa y en el euro». Los dos amigos Yorgos Nil repiten el lema de la manifestación por el acuerdo con los acreedores a la que acudían este martes a pesar de la lluvia. «A partir de ahí, en lo que se refiere a la negociación, cuanto mejores sean las condiciones, mejor para los contribuyentes y para todos los ciudadanos griegos», opina Nil, que califica de «poco serias» las conversaciones que ha mantenido hasta ahora el Ejecutivo de Alexis Tsipras. «Este Gobierno ha perdido la confianza de Europa. Quizá la única solución sea que un Gobierno nuevo la reactive», comenta Yorgos.

Varios miles de griegos se concentraban ante el Parlamento en la segunda jornada de corralito y a pocas horas del impago al Fondo Monetario Internacional. La mayoría de ellos, extremadamente críticos con Tsipras. «Es un completo incapaz. Creo que desde el principio tenían planes para volver al dracma, por eso han estado torpedeando las negociaciones hasta ahora», carga Despina, que ha venido a protestar junto con su marido. «Desde el principio solo han dicho mentiras. Primero para alcanzar el poder, después empezó a mostrarse el trágico final del que estamos ya cerca», opina. Despina votará 'sí' en el referéndum del domingo, pero matiza que el acuerdo que desea debe ser «viable y digno», a la par que «respetar las necesidades de los ciudadanos».

El suelo que pisaban los manifestantes, sin embargo, estaba tapizado de octavillas de Syriza pidiendo con grandes caracteres el «Oji» -«No» en griego- de cara a la consulta. Por la tarde, grupos de jóvenes afiliados al partido recorrían el centro de Atenas repartiendo pasquines con información sobre los derechos de los ciudadanos en cuanto al control de capitales. Explicaban además a los trabajadores de que bajo ningún concepto las empresas podrían escudarse en el corralito para justificar el impago de salarios -estos pueden ser depositados electrónicamente o incluso en efectivo a través de procedimientos especiales-.

Al transporte público gratuito se sumaban otras medidas para aliviar el impacto del corralito. El Ejecutivo ha anunciado que durante los próximos días las compañías del agua y de la luz no cortarán el suministro por impago. También las empresas de telefonía e internet se han comprometido a hacer lo propio con sus clientes. De cara al domingo, el Gobierno facilitará que los ciudadanos puedan viajar hasta sus lugares de origen para votar en la consulta. Así, a partir de hoy los billetes de tren llevarán un 50% de descuento y se devolverán matrículas y permisos de circulación a quienes los habían entregado por no poder pagar sus impuestos.

SIN PENSIÓN

En el centro de Atenas ya no se veían colas sustanciales ante los cajeros. Yanis, Yorgos, Ilías y Fotis son jubilados y todavía no han podido cobrar su pensión. Tres son partidarios del 'no', solo uno del 'sí'. «No es un 'no' para salir del euro, sino un 'no' a las medidas que van en contra del pueblo. Nos ahogan, nos pisan la garganta», se queja Yanis.

Los supermercados reconocían tener más clientes de lo habitual, pero ningún problema de abastecimiento. «La mayoría se lleva unas pocas cosas y paga en efectivo», explica la cajera Dora. Los clientes se paran a intercambiar los últimos rumores. Uno insiste en que ya se están imprimiendo dracmas como parte de un plan de contingencia, los demás le rebaten. «Ni idea de qué haré el domingo y la mayoría de mis conocidos están igual. No sé si es buena idea que nos pidan a nosotros que decidamos», reflexiona Dora. «Me parece que cualquiera de las dos opciones, tanto el 'sí' como el 'no', va a tener malas consecuencias».