Samarás acusa a Syriza de emular a Corea del Norte

El primer ministro defiende su gestión y avala un recorte fiscal al cerrar su campaña

M. R.

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Si el jueves fue Syriza quien celebró su último gran mítin en Atenas, ayer lo hizo Nueva Democracia, el partido del primer ministro griego, Andonis Samarás. Eligió un polideportivo de la periferia de la capital. El pabellón estaba abarrotado de entusiastas que hacían ondear banderas griegas. Samarás reivindicó su gestión, reconoció las penalidades padecidas por la población a causa de la crisis pero subrayó que el sacrificio había valido la pena porque, dijo, la economía «se está recuperando». Y advirtió de los riesgos de una llegada al poder de Syriza porque, según señaló, pretende gobernar Grecia «como si fuera Corea del Norte».

No es la primera vez durante la campaña que Samarás hace esta analogía -también ha utilizado la de Venezuela- para descalificar a su rival electoral e indicar que Syriza pretende establecer un modelo de Estado en que «todos los mecanismos de control estén en manos del partido que gobierna».

LAS AYUDAS

El candidato conservador dedicó la mitad de su discurso a convencer a sus compatriotas de que Grecia ha empezado a salir de la crisis y de que la reelección de Nueva Democracia es la única manera de seguir recibiendo la ayuda europea. Samarás se agarró como a un clavo ardiendo a la decisión del Banco Central Europeo, anunciada el jueves, sobre una compra masiva de deuda. «Grecia necesita estos miles de millones y los va a tener porque el lunes volveremos a tener un Gobierno de Nueva Democracia», afirmó.

El primer ministro prometió que no habría «más recortes de salarios ni de pensiones» y se ratificó en su compromiso de reducir los impuestos: una reducción de una muy impopular tasa sobre la vivienda, y una bajada progresiva del actual 26% hasta el 15% en la fiscalidad de las empresas. También prometió bajar el tipo máximo del Impuesto sobre la Renta del actual 42% al 33%.

La otra mitad del discurso la dedicó a advertir contra lo que denomina «el accidente» que supondría un mandato de Syriza en el Gobierno. «Tsipras y sus amigos quieren desmantelar Europa», dijo. «También quieren eliminar Frontex, que protege nuestras fronteras, y dejar a Grecia a merced de cualquier grupo criminal». «No lo vamos a permitir porque somos la mayoría y representamos el futuro», concluyó.