YIHADISMO EN EL CORAZÓN DE ÁFRICA

¿Murió el temible Shekau?

BEATRIZ MESA / RABAT

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"Gracias a Alá, nuestros hermanos han conseguido la victoria en Gwoza, que es ahora parte del califato islámico". Estas podrían haber sido las últimas palabras públicas del líder de la organización terrorista Boko Haram ('La Educación occidental es Pecado'), Abubakar Shekau, grabadas en una cinta a finales de agosto, cuando el grupo radical anunció a los medios de comunicación la creación de un Estado islámico inspirado en una interpretación extremista del texto religioso.

Desde entonces, el Gobierno nigeriano parece que se tomó en serio la búsqueda y captura del cabecilla de esta nueva estructura yihadista saheliana y, según los foros islamistas, el temible Shekau -que tiene entre 35 y 44 años- cayó abatido en una operación del Ejército nigeriano o durante un enfrentamiento con el Ejército camerunés, que tiene luz verde de las autoridades de Nigeria para penetrar en los bastiones de la organización terrorista y atacar a los miembros de ese grupo radical.

Su presumible muerte representaría, por un lado, un golpe contra Boko Haram, que quedaría descabezada totalmente, tras el fallecimiento hace poco de Mohamed Bachir, la mano derecha de Shekau que era uno de los fundadores del grupo.

Y, por otra, daría satisfacción para una comunidad internacional deseosa de ver liquidado al líder de un grupo criminal que ha llevado a cabo grandes masacres -en el último año, más de 3.000 personas han sido asesinadas en ataques y atentados- y orquestado el secuestro de centenares de niñas nigerianas.

Una imagen de Shekau o de alguien con parecidos rasgos físicos circula por las páginas web dándolo categóricamente por muerto. De hecho, algunas voces militares llegan a atribuir los últimos vídeos propagandísticos emitidos por el grupo radical, donde presuntamente aparecía Shekau, a un «impostor» que suplanta la figura del líder terrorista. El farsante le imitaba en todo: tanto en el registro de voz como en su aspecto físico: el color oscuro de su tez y una barba rizada del mismo tamaño que llevaba el profeta Mohamed en el momento de la revelación del Corán.

EN BUSCA DE CREDIBILIDAD

Sin embargo, la muerte del principal comandante de Boko Haram no está del todo confirmada. La prensa nigeriana desconfía de la información oficial teniendo en cuenta el precedente de agosto del 2013, cuando el Estado nigeriano también declaró a bombo y platillo que Shekau había sido abatido durante un ataque de las Fuerzas Armadas a una base insurgente en Sambisa, en el noreste del país. «Eso no se lo cree nadie. Nos han dicho hasta cuatro veces que había muerto y no es cierto», dijo a este diario un antiguo miembro de Boko Haram.

El periodista nigeriano Ahmed Salkid, cercano a Boko Haram, aseguró en Twitter que «Shekau está vivo y bien». Por su parte, expertos en Boko Haram están convencidos de que el anuncio oficial del Gobierno nigeriano del fallecimiento de Shekau responde a una estrategia del Estado para enviar señales a la comunidad internacional de que funciona «la guerra declarada contra el terror de los integrantes de Boko Haram y ganar credibilidad después de los secuestros de las niñas».