Egipto reabre por un par de días la frontera de Gaza

El punto fronterizo es la puerta al mundo para 1,8 millones de palestinos

Cola en Rafá para cruzar la frontera entre Gaza y Egipto, ayer.

Cola en Rafá para cruzar la frontera entre Gaza y Egipto, ayer.

ANA ALBA / JERUSALÉN

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Egipto abrió este domingo -y solo hasta hoy- el paso fronterizo de Rafá, que lo separa de la franja de Gaza, por primera vez desde el 25 de octubre, para permitir la entrada de personas en su territorio.  El Cairo cerró la frontera a finales de octubre, después de que un grupo yihadista matara a 33 soldados egipcios en el Sinaí. Desde entonces, Egipto solo había permitido el regreso de palestinos a Gaza a finales de noviembre durante cuatro días. Centenares de palestinos atrapados en territorio egipcio pudieron entrar en Gaza, pero desde la franja nadie pudo pasar a Egipto.

La agencia palestina encargada de los pasos fronterizos informó ayer de que la terminal de Rafá está abierta en las dos direcciones. Pueden cruzar «pacientes que requieren tratamiento médico urgente, estudiantes y palestinos con doble nacionalidad», señaló en un comunicado. Su director, Maher Abú Sabha, indicó que entrarían en Egipto enfermos y personas con pasaporte extranjero, y hoy, estudiantes.

Bloqueo por todos los lados

Rafá es el único paso fronterizo de Egipto con Gaza, donde viven 1,8 millones de palestinos, para quienes es su puerta al mundo. El otro cruce para viajeros es el de Erez, en la frontera con Israel. Pero los israelís conceden muy pocos permisos a los palestinos de Gaza para entrar en su territorio.

La franja está sometida a un bloqueo por tierra, mar y aire por parte de Israel, pero Egipto también la mantiene casi sellada. El Cairo no permite la entrada de mercancías por Rafá y ha destruido la gran mayoría de los túneles que comunicaban la franja con Egipto, por donde entraban productos de toda clase, personas y también armas.

Gaza está aún controlada por Hamás, a pesar de que el movimiento islamista pactó un Gobierno de unidad con Al Fatá, la formación del presidente palestino, Mahmud Abás. Las relaciones entre Hamás y Egipto son muy tensas desde que el presidente egipcio islamista, Mohamed Mursi, fue destituido en julio del 2013 por un golpe de Estado liderado por el general Abdelfatá al Sisi, ahora presidente del país.

Mursi procedía de las filas de los Hermanos Musulmanes y Hamás se fundó como una rama de ese grupo, declarado «organización terrorista» en Egipto a finales de 2013. Hamás es además aliado de Catar, que mantenía una estrecha colaboración con Mursi y cuyas relaciones con el actual régimen egipcio son difíciles.