EEUU suaviza las restricciones para viajar y exportar a Cuba

Una peluquera cubana atiende a una de sus clientas en plena calle de La Habana.

Una peluquera cubana atiende a una de sus clientas en plena calle de La Habana.

IDOYA NOAIN / NUEVA YORK

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Tras 55 años de distanciamiento, Estados Unidos tiene prisa por volver a acercarse a Cuba. Menos de un mes después de anunciar un acuerdo mutuo destinado a restaurar las relaciones bilaterales entre Washington y La Habana y tres días después de que Cuba anunciara que ha completado la liberación de 53 presos políticos que solicitó la Casa Blanca, la Administración de Barack Obama anunció ayer la inminente entrada en vigor, hoy mismo, de nuevas normas que levantan algunas restricciones de viaje a la isla, así como de algunas relaciones comerciales y financieras. Cuba aún seguirá cerrada al turismo general de estadounidenses y el Congreso mantiene el embargo, pero los pasos hacia la normalización de relaciones son acelerados y de gigante.

El Gobierno de Obama ha creado 12 categorías para facilitar el viaje desde Estados Unidos a la isla sin necesidad de solicitar una licencia, algo que tampoco necesitarán obtener para emitir billetes agencias de viaje y aerolíneas. Los viajeros, eso sí, aún deberán solicitar sus respectivos visados al gobierno cubano.

Targetas de crédito

Haciendo reales parte de los anuncios realizados el 17 de diciembre, además, a partir de hoy se podrán usar en Cuba tarjetas de crédito y débito estadounidenses (sin que el Gobierno imponga un límite diario) y cuando se regrese del viaje se podrán entrar en EEUU productos cubanos por valor de 400 dólares (no más de 100 en alcohol y tabaco).

Las medidas afectan también al comercio y a temas financieros. A partir de hoy, por ejemplo, las empresas estadounidenses tienen más fácil exportar teléfonos móviles y software de telecomunicaciones, que hasta ahora solo se podía donar pero ahora podrá venderse. Estarán permitidas algunas inversiones en pequeñas empresas y en algunas operaciones agrícolas. Se podrá vender material de construcción, partes de automóviles y productos de belleza.

También entra en vigor la elevación hasta 2.000 dólares de la cantidad que se puede enviar cada trimestre en remesas a la isla, una cifra que multiplica por cuatro el límite anterior.  Solamente están excluidos los envíos a determinados miembros del Gobierno cubano y del Partido Comunista. Los cubanos que viven en EEUU seguirán, como ya sucedía hasta ahora, sin tener un tope.

«Estos cambios tendrán impacto directo en involucrar y dar más poder al pueblo cubano, en promover cambio positivo para los ciudadanos cubanos», aseguró el secretario del Tesoro, Jacob Lew, que apuntó también que «Cuba tiene auténtico potencial para el crecimiento económico y al incrementar viajes, comercio, comunicaciones y desarrollo de negocio privado, EEUU puede ayudar a los cubanos a determinar su propio futuro».

La apertura

Desde la propia Casa Blanca se reitera el mensaje que Obama ha lanzado desde diciembre. Un comunicado de su oficina de prensa recordó ayer que «la política del pasado no ha funcionado durante más de 50 años». «Creemos que la mejor forma de apoyar nuestros valores e intereses es con apertura en vez de aislacionismo», afirma la nota.

Mientras, en una conversación con reporteros para explicar los cambios, fuentes de la Administración insistieron en que esta sigue comprometida con los derechos humanos y civiles en Cuba. «Creemos que estas iniciativas van a ayudar a acelerar el proceso de transformación a largo plazo», dijo uno de los altos funcionarios.

Ese mensaje sigue sin convencer a los opositores a la normalización de relaciones. Marco Rubio, el senador republicano de Florida de raíces cubanas que se ha convertido en máximo exponente y altavoz de las críticas, emitió un comunicado asegurando que «esto es dinero caído del cielo para el régimen de Castro y será usado para financiar su represión contra los cubanos así como sus actividades contra intereses nacionales de EEUU y Latinoamérica y más allá». La semana que viene en la Habana, concretamente el miércoles y el jueves, se celebrarán las primeras conversaciones directas de alto nivel sobre la normalización.